A la hora de explicar cómo consigue tener un aspecto tan radiante a sus 46 años, Jennifer Lopez opta por ser sincera y no intentar atribuir todo el mérito a una buena genética, reconociendo que mantenerse en forma implica una serie de sacrificios como no probar el alcohol ni la cafeína o renunciar a estar bronceada.
“Rara vez tomo sol, y si lo hago, me pongo un montón de crema con protección solar. Nunca he sido una de esas personas a las que les encanta tomar sol, por eso mi piel ha conseguido mantenerse bien. Y no bebo ni fumo, y tampoco tomo cafeína . Eso arruina tu piel según te vas haciendo mayor”, explicó la artista a Us Weekly.
Otro de los grandes secretos detrás de la aparente eterna juventud de Jennifer es su rutina de sueño, a la que se atiene religiosamente para evitar volverse “loca”.
“Me encanta cuando puedo dormir 9 o 10 horas, pero nunca consigo hacerlo. Así que dormir entre 7 u 8 horas es obligatorio para mí. Si no lo consigo no me siento bien. Empiezo a sentir que me estoy volviendo loca, me pongo muy sensible y me siento cansada todo el tiempo”, confesó.
Pero la cantante sacrifica su descanso una vez a la semana para pasar tiempo con sus gemelos Max y Emme (6) -fruto de su fallido matrimonio con Marc Anthony-, permitiéndoles dormir en su habitación.
“Les dejo que traigan los sacos de dormir a mi habitación y vemos una película juntos y después se quedan dormidos. Es nuestra noche para estar juntos”, explicaba a la revista HELLO!
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