En una ciudad como Los Ángeles, donde la mayoría de los desplazamientos se realizan en coche y el transporte público es casi inexistente, suspender el examen para obtener el permiso de conducir debe ser lo más parecido a una pesadilla para cualquier adolescente, y eso es justo lo que le ha sucedido a Jaden Smith, el hijo de 18 años de los actores Will y Jada Pinkett Smith.