Un año bisiesto es el que suma 366 días en vez de los 365 de un año común. Para ello se añade un día al mes más corto del año, febrero, que tiene 28, quedando este con 29 días para corregir el desfase que existe con la duración real de un año, que es de 365 días y 6 horas aproximadamente. Se hace cada cuatro años: en los años múltiplos de cuatro (1992, 1996, 2000, 2004, 2008, 2012, 2016…); es decir, en los que son exactamente divisibles entre 4 o entre 400.