Cuando el merenguero Joseph Fonseca y su esposa, Daphne Sepúlveda, comenzaron a salir, estuvieron de acuerdo con la idea de que los negocios y la familia deben correr como entes separados. Irónicamente, fue el compromiso de mantener unida a su familia lo que llevó a la pareja a cruzar esa delicada línea al integrarse ella de manera formal en el manejo artístico del cantante.