La escritora tenía 89 años y vivía en Alabama, escenario de la novela que en 1960 la hizo famosa. Lee no volvió a las librerías hasta julio de 2015, cuando publicó “Ve y pon un centinela”
“Efectivamente murió”, se limitó a decir un vocero de la Alcaldía de la ciudad de Monroeville, Alabama (sureste de EEUU), donde pasó sus últimos años recluida y con una vida muy privada la autora de un libro considerado una obra maestra del siglo XX.
La muerte de la escritora se produjo menos de un año después de que en julio de 2015 editara apenas su segunda novela, Ve y pon un centinela, que fue todo un acontecimiento editorial mundial y rompió récords de ventas.
“El mundo perdió a una mente brillante y a una gran escritora”, escribió Spencer Madrie, dueño de Ol’ Curiosities and Book Shoppe, pequeña librería independiente en Monroeville, tras conocerse la muerte de Harper Lee.
“A partir de ahora faltará un pedazo en Monroeville y en el mundo por la ausencia de Harper Lee”, señaló Madrie en la página de internet de la librería.
Lee nació el 28 de abril de 1926 en Monroeville, ciudad que abandonó en 1949 para ir a Nueva York y labrarse una carrera de escritora.
Fue en julio de 1960 cuando se publicó su novela Matar un ruiseñor e inmediatamente se convirtió en un éxito de ventas y de crítica. Al año siguiente ganó el Pulitzer.
La adaptación al cine de la novela se vio en las pantallas grandes en diciembre de 1962 y también fue un éxito de taquilla.
Vivió entre Monroeville y Nueva York, pero luego de sufrir problemas de salud y de que su hermana Alice también cayera enferma, regresó definitivamente a su ciudad natal.
Los servicios funerarios para la venerada autora no han sido anunciados aún, según el diario de Alabama Al.com.
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