A sus 21 años, Katie Kirkpatrick, es como cualquier joven llena de ilusiones y esperanza, a punto de vivir el día más feliz de su vida: se casará con la persona a la que más ama y ha amado desde su adolescencia, sin embargo no todo es color de rosa, ella tiene cáncer de pulmón y sus días está contados.
Es 11 de enero de 2005, ella toma su dosis diara y unos minutos después cae en un momentáneo sueño que le produce la morfina.
Su terrible enfermedad produce que el simple hecho de respirar se le dificulte y necesite recibir oxígeno. El dolor en su espalda es tan intenso que logra atravesar la pared de morfina que se supone que está ahí para impedirlo. Sus órganos se están viendo muy afectados. Katie y Nick están enamorados desde que se conocieron en 11º grado.
Nick Godwin es su novio, tiene 23 años, acompaña a su querida novia en los tratamiento que realizan en el hospital. Katie está agotada ya que el dolor no le ha dejado dormir. Nick también lo está ya que acaba de salir del trabajo.
Katie mira su fotografía cuando fue coronada reina en su escuela
Estamos a 15 de Enero del 2005. Katie, delante del espejo, se pone sus pendientes. En pocos minutos se contraerá matrimonio con Nick.
Aún durante su boda tienen a un acompañante no tan deseable, su tanque de oxígeno. La pareja de pie son los padres de Nick, quienes están contentos por su hijo y la esposa de este
.
Ellos están muy felices
Su novio y sus amigos le dedican una canción.
Durante su boda, se queda un momento sola para descansar
La boda fue maravillosa.
Katie muere cinco días después.
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