En los rincones de su casa en su legado, en su misma ausencia, Florinda Meza tiene presente a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”.
Ni el paso del tiempo ayuda a la viuda a sanar la herida que en 2014 le dejó la muerte del cómico, con quien convivió 45 años. “El recuerdo es eterno, constante, todo el día. Ni lo he superado ni creo que lo superaré. Lo que tengo que hacer es acostumbrarme a una nueva realidad. Estoy sobreviviendo mientras logro volver a sentirme viva. A él lo siento, pero también siento su ausencia, y es tan grande e inmensa que ocupa todo el espacio de mi casa”, dijo la actriz.
Florinda habló con la voz entrecortada, rodeada de 200 piezas que conforman el homenaje que se le rindió al histrión en la Sociedad de Autores y Compositores de México, en el marco del Día Internacional de la Propiedad Intelectual.
Unas tímidas lágrimas se asoman sin caer de los ojos de Doña Florinda en El Chavo del 8, y explica: “El primer año fue difícil. Yo pensé que ya lo había superado, pero vuelvo a recaer, a llorar, a llorar mucho, todos los días”. Desprenderse del recuerdo no ha sido fácil. Por eso no quiere vender la casa en la que vivió con su esposo.
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