¡Melissa McCarthy es una bomba de comedia! El pasado 10 de abril, McCarthy hizo historia en los MTV Movie Awards 2016 al convertirse en la primer mujer en recibir el premio a genio de la comedia (Comedic Genius Award).
El galardón ha sido otorgado en tres ocasiones diferentes solamente: Will Ferrell lo obtuvo en 2013; Kevin Hart en 2015, y ahora, ella. Sin embargo, el premio no es una sorpresa si no llega como algo esperado.
A sus 45 años, la actriz es parte de una generación integrada por artistas de renombre como Julia Roberts, Reese Witherspoon y Charlize Theron, por mencionar a algunas, lo cual llega a causar dificultad para que Hollywood la considere como una estrella.
Pero mientras otras se dan el “lujo” de escoger sus roles y trabajar solo para mantenerse vigentes, McCarthy no ha parado. Desde el auge de Bridesmaids (La boda de mi mejor amiga) en 2011, los éxitos taquilleros han sido imparables en la corta pero fresca y exitosa trayectoria de la comediante, y, contrario a la creencia popular, los roles que interpreta son una muestra perfecta de la versatilidad cómica con la que cuenta como herramienta actoral.
Por ejemplo, en Spy (Una espía despistada) (2015) es una oficinista que se convierte en una superagente especial; en Identity Thief (Ladrona de identidades) (2013), una criminal; en su más reciente éxito, The Boss (2016), una mujer de negocios cegada por la avaricia y corrupción, y en Bridesmaids (2011) se transformó en Megan, un personaje divertidísimo que sale por completo de la norma para “una mujer dentro de la comedia”.
Rompe paradigmas
Sus filmes han recaudado más de 100 millones de dólares alrededor del mundo, y cintas como The Boss, que se estrenó el 8 de abril en Estados Unidos y realizó con un presupuesto de 29 millones de dólares, recaudó 23.5 millones en sus primeros tres días en cartelera, destronando a Batman vs. Superman: Dawn of Justice (2016) y posicionándose en la número uno en la taquilla.
Algunos escépticos opinan que Ghostbusters (Cazafantasmas), a estrenarse este verano, será el comienzo del descenso de McCarthy; sin embargo, las verdaderas estrellas no han tenido una racha perfecta a lo largo de sus carreras.
No cabe duda de que McCarthy ha roto los ridículos paradigmas dictados por “la industria” en cuanto a sexo, físico e imagen pública se refiere, pero no hay prueba más contundente que las cifras que sus filmes han recaudado, sus reconocimientos en forma de nominaciones o premios y su posicionamiento en el gusto del público para que los ejecutivos y críticos se den cuenta de que sus “lineamientos” se van por la borda cuando se es genuino dentro de un ambiente hostil y frívolo.
Contra todos los pronósticos, Melissa ha sabido jugar sus cartas y posicionarse como una de las mejores comediantes que existen en la industria cinematográfica.
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