Durante una entrevista radial para un programa de la cadena BBC sobre su música favorita,
Tom Hanks revivió –casi sin intención– recuerdos de su solitaria infancia. Con la voz quebrada y casi al borde de las lágrimas, el ganador de dos premios Oscar habló con total honestidad de una época de gran aprendizaje de su vida.
Amaba la escuela y desarrolló una pasión por la historia que se refleja en la película que hizo con Steven Spielberg Saving Private Ryan y en la miniserie de TV Hermanos de sangre, que también produjo.
En una charla íntima con la periodista Kirsty Young, Hanks contó que sus padres se separaron cuando él tenía tan sólo 5 años y, por cuestiones de dinero, se fue a vivir con su padre junto a tres de sus cuatro hermanos.
Entonces comenzó para Hanks una etapa solitaria y de constante adaptación. Antes de cumplir los 10 años, el protagonista de Forrest Gup ya había tenido dos madrastras y había vivido en diez casas distintas.
Pero la vida de “niño vagabundo” le enseñó mucho, indicó Hanks en la extensa y emotiva entrevista. “Cuando tienes 8 años y vives en una casa llena de gente, aprendes a gobernarte a ti mismo. Empecé a ver ejemplos de la condición humana que tuvieron un gran impacto en mí”, explicó el multipremiado artista, de 59 años.
Cuando llegó a la adolescencia, descubrió su pasión por la actuación en el American Conservatory de California. Pero también se dio cuenta de que por mucho tiempo no exteriorizó todo aquello. Cuando la conductora del show le preguntó sobre esos sentimientos de los que no habló, se quebró y respondió que él era el “vocabulario de la soledad”.
Tal vez por ese sentimiento decidió casarse joven y tener un hijo a los 21 años. Sin embargo, no fue hasta 1988, cuando conoció a la actriz Rita Wilson, que finalmente sintió que ya no iba a volver a estar solo.
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