Las autoridades locales tomaron la decisión para cortarles muchas de las funciones que los usuarios le dieron. ¿El motivo? Estaban siendo utilizados para ver pornografía en la vía pública.
Aunque la idea de las autoridades era que éstos postes se convirtiesen en lugares en los que poder consultar mapas de la zona, lugares de interés cercanos o incluso recargar la batería del teléfono, también se han convertido en la atracción de personas que permanecen durante horas -a veces bebiendo y tomando drogas- y consultando páginas pornográficas o escuchando música a un volumen excesivo en la acera de la ciudad.
A partir de ahora los puestos de conexión estarán restringidos y será imposible navegar desde ellos, quedando exclusivamente relegados a conexión WiFi, llamadas gratuitas o carga de dispositivos. Jen Hensley, directora general de LinkNYC, explicó que el consorcio que construyó y opera los quioscos ha comenzado “a eliminar los navegadores mientras damos con formas con las que mejorar el servicio. Y es que LinkNYC ha explicado en un comunicado que sus soportes nunca fueron destinados al uso personal, sino pensados para la gente que se movía por la ciudad de Nueva York y buscaba dar acceso en zonas donde no eran accesibles.
“Las personas se están congregando en torno a estos puestos hasta el punto en que traen muebles y fabrican pequeños campamentos en torno a ellos. Se crea una situación realmente lamentable y deplorable”, expone Barbara A. Blair, presidenta Garment District Alliance, un grupo empresarial en Manhattan, quien no apuesta por cortar el servicio sino por controlarlo bien.
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