Joseíto Mateo es un merenguero que encontró su amor por la música y el merengue “por obra y gracia del Espíritu Santo”, como él mismo dice cuando se le pregunta de sus primeros pasos en carrera en la que lleva más de cinco décadas. Aunque no es un récord certificado por el libro Guinness, pero se le considera el merenguero más adulto que se mantiene vigente.
A sus 96 años es capaz de cantar y bailar con la gracia que lo ha caracterizado a través de sus más de 5 décadas en la música.
Su historia está llena de anécdotas, unas tras otras, las que él no olvida pese a ser un nonagenario.
Su madre fue su primera inspiración en la música. Ella, siendo una cantaora, lo arrastraba hasta sus compromisos diarios, en la mayoría de los casos velatorios, donde cantaba. Por eso, entre risas, dice que lo suyo vino por obra del Espíritu Santo.
Como el merenguero “más viejo”, que tienen los dominicanos, se preocupa cuando escucha algunas “creaciones”, que no sabe de donde salen y a las que les quieren adjudicar el título de merengue. “Yo prefiero que le pongan otro nombre a esas cosas que hacen, porque no es merengue”, dice el artista que tiene pendiente recibir el Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Los premios
Joseíto Mateo ha recibido múltiples recocimientos a lo largo de esta larga carrera que lo ha llevado, incluso, a cantar diversos géneros musicales.
Joseíto Mateo ha recibido múltiples recocimientos a lo largo de esta larga carrera que lo ha llevado, incluso, a cantar diversos géneros musicales.
Uno de los que más recuerda es el Gran Soberano, otorgado por la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y Máxima Excelencia que le otorgó la Academia Latina de la Grabación (Laras), entidad que organiza el Grammy Latino.
El “Rey del merengue”, como le gusta que le llamen, dice que se ganó el título porque “al primero Dios lo puso, y el segundo se puso él”, refieriéndose que fue el primer artista dominicano que le dio vida al merengue dentro y fuera de esta nación y que los demás llegaron detrás de él.
A sus 96 años es capaz de entrar a un estudio de grabación para dejarse inspirar por el sonido de los ritmos tropicales, a los que puso voz y patria por tantos años fuera y dentro de esta tierra. Es así como en agosto del año pasado grabó una salsa, “Qué será”, un tema que interpreta Diego Torres y con el que dice se siente identificado por el momento que vive.
“Mis amigos ya se fueron, se han ido todos al cielo”, recuerda el intérprete de “Merenguero hasta la tambora”, tema que escribió y que forma parte del cancionero dominicano, aunque según él, a muchos se les ha olvidado su legado como compositor, incluyendo a su amigo y colega Johnny Ventura, quien dice que le cambió algunas letras al tema que él escribió.
“Al parecer hasta a Johnny se le olvidó que eso lo escribí yo, porque ni siquiera lo menciona en sus shows, y con ese tema es que él inicia cada una de sus presentaciones”, dice entre risas el artista que visitó la redacción de LISTÍN DIARIO, para esta entrevista.
De su vida artística
“El diablo Mateo”, como por muchos años lo presentó su inseparable amigo Rafael Corporán de los Santos cada vez que iba a televisión, tiene una historia llena de emoción, de pasos importantes por escuelas musicales de diferentes países, como la Orquesta San José, La Sonora Matancera, El Gran Combo, en fin, su legado es y será siempre importante para las nuevas generaciones de artistas y merengueros que necesitan hoy día de estímulos y motivación para continuar en esta carrera que se preocupa más por las ventas y deja de la lado el talento, en la actualidad.
“El diablo Mateo”, como por muchos años lo presentó su inseparable amigo Rafael Corporán de los Santos cada vez que iba a televisión, tiene una historia llena de emoción, de pasos importantes por escuelas musicales de diferentes países, como la Orquesta San José, La Sonora Matancera, El Gran Combo, en fin, su legado es y será siempre importante para las nuevas generaciones de artistas y merengueros que necesitan hoy día de estímulos y motivación para continuar en esta carrera que se preocupa más por las ventas y deja de la lado el talento, en la actualidad.
“Para yo entrar a la Orquesta San José hicieron un llamado a cantantes para probarlos. El director era el cubano Julio Gutiérrez. Él me preguntó lo que cantaría y le dije El Muñeco, una guaracha, que estaba de moda, él me miró y le dijo a los demás, pueden retirarse todos, me quedo con él (Joseíto). Duré en esa orquesta doce años. Él notó que yo tenía buena voz. Lo más importante era tener voz. Cuando estuve en la escuela de canto de la Voz Dominicana, mi maestro me dijo que para cantar se necesitaban tres cosas: voz, voz y voz. Después que tienes voz, entonces te pueden enseñar a cantar y vocalizar”, comentó el merenguero que pisó Cuba en el 1955 para luego cantar en la Sonora Matancera, ante la ausencia de Alberto Beltrán.
Con su entrada a la Orquesta San José de la Voz Dominicana estableció una relación con la familia Trujillo que le costó su permanencia en Cuba, Venezuela y hasta Curazao, países a los que llegó con la intención de quedarse a residir, para dejar de lado la tiranía que se vivía en el país.
(( Su entrada a Cuba
“El negrito del batey”
Joseíto Mateo tiene una historia muy especial partiendo de su experiencia en Cuba, cuando aún ayudado por su compatriota y colega Alberto Beltrán audicionó para entrar a la Sonora Matancera. En Cuba conoció a Celia Cruz cuando ya Joseíto era famoso por el tema “El negrito del batey”. “Cuando llegué, Beltrán me presenta como el verdadero Negrito del batey, porque él se pegó en Cuba cantando ese tema y “Aunque me cueste la vida”, un bolero de Luis Kalaff”, recordó Mateo.
“El negrito del batey”
Joseíto Mateo tiene una historia muy especial partiendo de su experiencia en Cuba, cuando aún ayudado por su compatriota y colega Alberto Beltrán audicionó para entrar a la Sonora Matancera. En Cuba conoció a Celia Cruz cuando ya Joseíto era famoso por el tema “El negrito del batey”. “Cuando llegué, Beltrán me presenta como el verdadero Negrito del batey, porque él se pegó en Cuba cantando ese tema y “Aunque me cueste la vida”, un bolero de Luis Kalaff”, recordó Mateo.
EN LA ÉPOCA TRUJILLISTA
SU DESGRACIA en la época del dictador Rafael Leonidas Trujillo comenzó en Cuba cuando un grupo le propuso pronunciarse en contra de la dictadura (1942), a lo que él no accedió y de inmediato lo tildaron de trujillista.
SU DESGRACIA en la época del dictador Rafael Leonidas Trujillo comenzó en Cuba cuando un grupo le propuso pronunciarse en contra de la dictadura (1942), a lo que él no accedió y de inmediato lo tildaron de trujillista.
“ME propusieron pronunciarme en contra de Trujillo y era un momento difícil, estando ellos aún en el poder. Un día salió en el periódico de Cuba que Los Negritos de Trujillo, o sea, Beltrán y yo, eran espías del dictador. Yo llamé a Beltrán y le comenté eso y le dije: -yo me voy”.
joseíto fue uno de los primeros artistas dominicanos que pisó la tierra de Fidel Castro, aunque allí llegó cantando un poco de todo, más guaracha y bolero que merengue.
EL ARTISTA pisó Hollywood y Acapulco, destinos reservados para turistas en aquellos momentos, allí dejó muchas anécdotas. Es en Puerto Rico (1962) cuando se da cuenta que puede hacer algo más que cantar, para estar más tranquilo en su casa en República Dominicana. Cantando en el Gran Combo, donde llegó por la ausencia de Ismael Rivera a quien apresaron por tres años, uno de los dueños del grupo propone traerlo a vivir a Puerto Rico para relanzar el grupo bajo el nombre de El Gran Combo.
LISTIN DIARIO
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