Santo Domingo. El mundo está a 452 años de cumplir la promesa de acabar con la pobreza extrema que afecta a la niñez, es la cifra que estima Save the Children. Esta escala de tiempo de cuatro siglos y medio es tan lejana como cuando Francis Drake ocupó y saqueó la ciudad de Santo Domingo.
Los líderes del mundo se comprometieron a poner fin a la pobreza extrema en el 2030 como lo indica el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible acordado en las Naciones Unidas en Nueva York 2015. Pero al ritmo de progreso actual, el último niño o niña proyectado a dejar la pobreza extrema no lo hará hasta el año 2482; 18 generaciones después de la meta acordada a nivel mundial.
Esta cifra se da a conocer antes de la reunión anual de líderes mundiales que se llevará a cabo esta semana en Davos, Suiza, en el Foro Económico Mundial, cuyo tema es “Liderazgo receptivo y responsable”.
Se espera que la necesidad enfocarse más en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el tema de la erradicación de la pobreza, sea una parte importante de las discusiones frente a un año de incertidumbre política y económica.
Helle Thorning-Schmidt, CEO de Save the Children International y copresidenta de la reunión del Foro Económico Mundial de este año en Davos, dijo: “Es imperdonable que al ritmo actual de progreso, el mundo no sea capaz de erradicar la pobreza extrema antes de la decimoctava generación, rompiendo su promesa a millones de niños y niñas en situación de vulnerabilidad”.
“En Davos voy a dejar claro a los líderes mundiales que si queremos desempeñar un liderazgo responsable, debemos llegar hasta el último niño y niña. Podemos y debemos hacerlo mejor, incluso ampliando el acceso a una salud y educación de buena calidad y asegurando que los gobiernos inviertan dinero dentro de sus presupuestos nacionales para reducir la pobreza infantil. El mundo ya ha aprobado un plan para resolver esta crisis, así que ahora tenemos que seguir adelante”.
Alba Rodriguez, Directora Regional de Save the Children para América Latina y el Caribe, señala que “La pobreza infantil es un círculo vicioso. Estar en situación de pobreza hace que sea menos probable que un niño o niña aprenda en la escuela, es más probable que se enferme, y expone a los niños y niñas a riesgos mucho mayores de matrimonio temprano, explotación – desventajas que millones de niños y niñas llevan a la edad adulta y pasan a la siguiente generación. Esto es injusto y enormemente costoso para las sociedades. Al hacer inversiones inteligentes ahora, podemos romper la trampa intergeneracional de la pobreza y sentar las bases para un mundo más estable y próspero. En una época de recursos y conocimientos sin precedentes, no hay excusa para que un niño o niña crezca en situación de pobreza”.
Más de tres cuartas partes de un billón (767 millones) de personas fueron categorizadas por el Banco Mundial como extremadamente pobres en 2013, de las cuales 385 millones (la mitad) son niños y niñas. Debido a que las familias más pobres tienen más hijos, los niños y niñas tienen el doble de probabilidades de vivir en extrema pobreza que los adultos, con tasas de pobreza extrema del 19,5% para los niños y niñas, frente al 9,2% para los adultos.
Los niños y niñas en situación de pobreza son más propensos a morir antes de los cinco años de edad, y a sufrir de retraso en su crecimiento y desnutrición. Es más probable que no aprendan, no asistan y/o no terminen la escuela. También es más probable que se vean forzados a realizar trabajos nocivos y a casarse o a ser explotados a través de la explotación sexual y el tráfico. Esto tiene un impacto a largo plazo en su desarrollo y también significa que sus propios hijos son más propensos a vivir en situación de pobreza.
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