En una ciudad como Los Ángeles, donde la mayoría de los desplazamientos se realizan en coche y el transporte público es casi inexistente, suspender el examen para obtener el permiso de conducir debe ser lo más parecido a una pesadilla para cualquier adolescente, y eso es justo lo que le ha sucedido a Jaden Smith, el hijo de 18 años de los actores Will y Jada Pinkett Smith.
La decepción de no haber superado el examen sumada al temor de darle la noticia a su famoso padre han terminado de deprimir a Jaden, que ahora se estaría planteando incluso abandonar la ciudad donde ha crecido en favor de un lugar donde los vehículos sean menos necesarios.
“Me voy a ir de L.A., hay muchas cosas malas aquí […] Aquí no hay nadie que esté apoyando realmente a la juventud, su creatividad y cómo quieren vivir la vida. Estoy en la DMV (Departamento de vehículos con motor), una prueba de lo triste que es la vida, “, anuncia el actor, músico e icono de la moda en un vídeo compartido en su cuenta de Instagram.
A continuación, el joven continúa su extraño y apasionado discurso preguntándose por qué no usamos las redes sociales para hacer evolucionar a nuestra sociedad y hasta se cuestiona el sentido de la vida.
“Esto es una locura. ¿Por qué los científicos no emiten vídeos en directo en Instagram sobre cómo curar el cáncer?¿Por qué no hacen Instagram Live sobre la paz ahora mismo? No tiene sentido. Nada en esta vida tiene sentido. ¿Por qué no estamos haciendo Instragam Live sobre cómo salvar vidas?”, se pregunta.
Tanto Jade como su hermana menor Willow, cantante y actriz, son conocidos por su particular sentido de la moda y su personalidad un tanto excéntrica. Por ejemplo, recientemente el chico confesaba que entre las muchas corrientes estéticas con las que ha experimentado en el pasado se encontraba la gótica, una fase en la que comenzó a actuar en su día a día como un vampiro.
“Durante una época de mi vida fui gótico. Solo vestía de negro y me escondía del sol porque era una especie de vampiro. Era un vampiro, de verdad. No me gustaba exponerme al sol y solo llevaba abrigos negros. Ahora ya no lo soy, he superado esa etapa. He pasado a ponerme prendas más llamativas y disfruto saliendo de día. Comparto una energía mucho más variada”, aseguraba a la revista francesa Numéro. Fuente La Opinion
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