Desde que Carol Bryan cumplió 30 años, su preocupación por mantenerse joven y bella llegaron a límites insospechados. Tras 7 años continuos de múltiples inyecciones de botox, la oriunda de Florida decidió ir un poco más allá y decidió probar los rellenos.
Se suponía que este tratamiento permitiría que la mujer recuperara el volumen de su frente y pómulos que, según los doctores, había perdido.
Así fue como la mujer aceptó someterse a una nueva intervención estética, siendo inyectada con rellenos combinados en una zona de su rostro que no debería haber alterado, lo que causó que terminara con su cara hinchada y desfigurada.
En un intento por solucionar este problema, Carol debió someterse a una cirugía correctiva, la cual le dañó el nervio óptico y la dejó ciega del ojo derecho.
Todo esto causó un gran impacto emocional en la mujer, quien declaró en el programa de televisión “The Doctors” que “no salía de casa, me encerraba en mi habitación, no sabía si iba a sobrevivir. Pensé en suicidarme”.
“Ellos hicieron que quedara groseramente desfigurada. No me sentía cómoda de andar en público y me aislé, tanto de mis amigos como de mi familia, durante tres años y medio”, agregó.
Las pocas veces en que la mujer logró salir de su encierro, lo hacía usando “sombreros, pañuelos y gafas de sol, con la esperanza de que algún día iba a ser capaz de mirarme de nuevo en el espejo y reconocerme. Me sentía como un monstruo”.
Como si eso fuera poco, Carol además detalló que “sentía la cabeza de un alienigena, mi frente era tan pesada que se caía y me cubría los ojos sin que pudiera ver, a menos que me atara una cinta o me aguantara la frente”.
Es así que con su ejemplo la mujer busca causar ruido en las personas fanáticas de las intervenciones quirúrgicas, al igual que entre quienes creen que se debe hacer lo imposible con tal de alcanzar la belleza que la sociedad tanto exige.
“Para las personas que estén leyendo mi historia, espero que entiendan que son guapos tal y como son y merecen ser queridos. Nuestra perspectiva en relación a la belleza es tan imperfecta que cada vez es más extraño conocer a alguien que vea su propia belleza”, apuntó la estadounidense.
Así lucía Carol antes de inyectarse relleno.
Actualmente, la mujer se puso en manos del doctor Reza Jaharry, quien la ha ayudado a reparar algunos daños de su cara, aunque con muchas y dolorosas cirugías, incluyendo una en que le quitaron grasa de la espalda para reconstruir su frente.
“Quiero asegurarme de que esto que me sucedió no fue en vano. Voy a trabajar sin descanso para impedir que esto le ocurra a alguien más”, apuntó sobre su nueva visión del mundo.
Por lo mismo, Carol fundó “Face2Face Healing”, una organización que busca crear consciencia sobre las deformidades, junto con ayudar y dar consejos a quienes sufren deformaciones congénitas por una enfermedad, quemadora o problemas neurológicos.
Fuente: http://ayayay.tv – See more at: http://www.contextotucuman.com/nota/69580/su-obsesion-por-el-botox-la-dejo-ciega-y-hecha-un-monstruo.html#sthash.6ynZNK3D.dpuf
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