José Rodríguez, señalado por la Policía como el asesino de dos locutores en San Pedro de Macorís, fue hallado muerto anoche en unos matorrales cerca del local del Cuerpo de Bomberos, en el sector Los Multi de este municipio.
Según una versión ofrecida por las autoridades al periódico Listín Diario , el imputado se suicidó cuando fue acorralado por agentes de la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía (Dicrim), que lo perseguían por el asesinato de los locutores Leónidas Martínez y Luis Manuel Medina.
Sin embargo, vecinos de los alrededores revelaron que en el lugar hubo un tiroteo que duró cerca de diez minutos.
Las autoridades también informaron que Rodríguez estuvo escondido en el batey La Esperanza, donde tenía una academia de béisbol, y que se encontraba desde ayer en una vivienda de la zona, la cual fue acordonada por los agentes.
El cuerpo sin vida fue llevado anoche a la morgue del hospital Antonio Musa de esa ciudad. El médico legista Leonardo Raimer, quien levantó el cadáver declinó confirmar a periodistas si Rodríguez se suicidó y la cantidad de disparos que tenía el cuerpo.
En horas de la mañana, la Policía informó que Rodríguez, de 59 años, fue deportado de Estados Unidos. En el hecho en que fueron asesinados los locutores, también resultó herida de tres balazos Dayanina Isabel García de Hernández, secretaria de la emisora de radio FM 103.
“Los fundamentos de la investigación indican que Rodríguez es el posible autor de la muerte de los comunicadores Medina Pérez y Evangelista Martínez, y también de las heridas que presenta Dayanina Isabel García de Hernández, quien recibe atenciones médicas en un centro de salud y se encuentra en estado estable, según el parte médico”, explicó el vocero de la Policía, general Nelson Rosario.
Los dos locutores fueron asesinados la mañana del martes cuando laboraban en el programa “Milenio Caliente”, que se difunde por la emisora FM 103, ubicada en San Pedro de Macorís.
El vocero policial reveló que en la escena del suceso la Policía Científica recolectó cinco casquillos calibre 9 milímetros; tres proyectiles mutilados y uno intacto, así como también un abrigo color zapote que se presume pertenece al victimario o presunto autor. Decenas de personas han sido interrogadas por la Policía, que aún no ha dicho las motivaciones del doble crimen.
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