Todos los dominicanos nos quedamos esperando que el presidente Danilo Medina Sánchez en su alocución de Rendición de Cuentas este 27 de febrero ante el país en la Asamblea Nacional anunciaría impactantes y estremecedoras medidas en su administración, en cuanto a la inseguridad ciudadana, impunidad y corrupción que son los cuestionamientos que vienen desluciendo y desplomando su régimen, y también su popularidad a menos de un año de iniciarse el nuevo cuatrienio.
Siempre he escuchado de las personas sabias y el pueblo llano la frase popular que dice lo siguiente: “Cuando se está en medio del mar y la yola empieza a hundirse, hay que sacrificar uno lanzándolo al agua para poder salvar a los demás, es decir, para que no se mueran todos”, es precisamente lo que debe hacer el líder de la presidencia Danilo Medina con el caso Odebrecht, la inseguridad provocada por la incapacidad e ineptitud de quien dirige la Policía Nacional, la Planta de Punta Catalina, y la situación que impera en su gobierno y el país, sino nos vamos a joder todos; morados, blancos, azules, rojos y hasta los rosados… Lo aconsejable e inteligente es actuar ahora que estamos a tiempo, antes de que la nación sucumba.
Presidente Medina Sánchez, tenemos referente muy reciente que se lo podemos recomendar si usted nos lo permite, es el caso de su amigo Ramoncito Báez Figueroa del Banco Intercontinental (Baninter) y el fraude bancario más grande que ha ocurrido en la República Dominicana, el quinto magno del mundo. Cuando el presidente Hipólito Mejía se dio cuenta de la magnitud del mismo, ¿qué hizo?, puso en una balanza: ¿Qué era más importante; el país o quien lo había financiado para llegar a la presidencia?, y su decisión fue los intereses del pueblo dominicano, por eso ha quedado en la historia como el único mandatario que metió preso a un delincuente de cuello blanco como Báez Figueroa.
La historia ha hecho con usted presidente Danilo Medina lo mismo que con el expresidente Hipólito Mejía Domínguez, lo ha citado para que se la juegue y haciendo lo propio que hizo él con su amigo y financista Ramoncito Báez Figueroa, que pensó más en la patria que en sus intereses políticos-reeleccionistas y personales, lo sometió a la justicia y lo trancó por diez años. Ahora le corresponde a usted hacer igual con su amigo y financiero Ángel Rondón, entréguele la llave para que se vaya a la cárcel de Najayo o La Victoria, pídale que se guarde por un par de años en lo que usted resuelve este problema de los sobornos, la impunidad y corrupción, que están provocando colapsar la gestión de gobierno suya y que amenaza con no dejarlo terminar los cuatro años para los que fue elegido… Por eso le pedimos presidente que por lo menos sacrifique uno de los suyos.
Por Salvador Holguín/ Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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