Unas 1,635 niñas de 10 a 15 años dieron a luz en el 2016. Estas madres a destiempo forman parte de un universo de 29,999 adolescentes que pasaron por la experiencia de la maternidad ese mismo año.
La mayoría de estos casi 30,000 nacimientos, de jóvenes entre 10 a 19 años, se registraron en Santo Domingo, Distrito Nacional y Monte Plata, con un total de 10,691.
En los hospitales ubicados en esas demarcaciones, establecidas como la regional cero de salud, se atendieron más de 12,000 embarazadas menores de edad, pero a nivel nacional el número superó los 34,000 casos.
Esta realidad del país está contenida en el “Mapa de Embarazos en Adolescentes” realizado por la Vicepresidencia de la República, Ministerio de Salud, Oficina Nacional de Estadísticas y el Fondo de Población de Naciones Unidas.
Hay regiones que superan la media nacional de un 26%. En provincias del sur del país sobrepasa el 29%, como es el caso Azua, Elías Piña, Peravia, San Juan y San José de Ocoa.
El abandono escolar ronda en un 6% y una de las causas reales es el embarazo a temprana edad, lo que ha provocado que una vez más, pero desde el sistema educativo, se lance un nuevo plan estratégico con el fin de prevenir.
Lo que se busca es que se reduzca la tasa, identificando las causas de la deserción y que se lleve a cabo un programa de retención de las estudiantes en gestación para garantizar que terminen sus estudios y prevenir un segundo embarazo, según explica Minerva Pérez, directora general de Orientación y Psicología del Ministerio de Educación.
“Estamos trabajando con la elaboración de los documentos y al inicio del año escolar con los programas y protocolos de atención”, afirmó.
En algunos centros educativos se han registrado tres y dos estudiantes embarazadas, pero de acuerdo con Pérez, la estrategia no se empleará de acuerdo con los casos presentados por escuelas, sino que será un trabajo de prevención que se hará en todo el territorio nacional.
Indica un artículo elaborado por la periodista Katheryn Luna del periódico Listín Diario que el programa será implementado en el nuevo año escolar, para lo cual se aumentará el número de psicólogos y orientadores en el sistema educativo que hoy cuenta con 6,000.
Con esto buscan establecer una estrategia de prevención de embarazo y matrimonios tempranos y que en cada centro haya un profesional de la conducta.
“En los centros educativos hay registros que tienen que ser llenados por orientadores y psicólogos, pero no siempre fluye como quisiéramos”, admite la psicóloga
Actualmente trabajan en una consultoría para llevar a cabo el programa, no solo para acciones de prevención, sino de seguimiento y de articulación con otras instancias.
“Se está contemplado que se hagan unos protocolos de referencia y contra referencia para poder dar seguimiento a cualquier adolescente que se embarace estando en los centros educativos y pueda recibir los servicios de salud y que la escuela garantice que siga estudiando, de que permanezca escolarizada”, indicó.
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