El caza que reemplaza al F-35 podría portar armas láser y misiles hipersónicos y su fuselaje dispondrá de electrónica distribuida en la ‘piel’, afirman analistas estadounidenses.
Durante los próximos 20 años es probable que los aviones de combate obtengan tecnología sigilosa de próxima generación, así como futuristas sistemas de guerra electrónica, algoritmos informáticos más sofisticados, una mayor autonomía, armas hipersónicas y la llamada ‘piel inteligente’, un nuevo concepto que consiste en que el revestimiento de las aeronaves lleva integrados millares de microsensores. Así se apunta en un artículo de la revista estadounidense ‘The National Interest‘.
Algunas de estas características fueron exhibidas a principios de año durante una presentación en la cual Northrop Grumman, uno de los principales contratistas del Pentágono, reveló una primera y llamativa mirada al concepto de un nuevo avión de combate de sexta generación.
El nuevo avión, diseñado para reemplazar al F-35 Joint Strike Fighter de quinta generación, se encuentra actualmente en las primeras etapas de desarrollo conceptual de la mano de la Fuerza Aérea y la Armada. Los dos cuerpos están trabajando conjuntamente en discusiones conceptuales sobre las tecnologías y capacidades de las que dispondrá la aeronave.
A su vez, el nuevo avión de la Armada reemplazará, al menos en parte, a la flota existente de Super Hornets F/A-18, cuya jubilación está prevista en 2035.
La visión que tiene la Marina para el futuro de las alas de sus portaaviones para 2040 y más allá comprende la versión embarcada del Joint Strike Fighter (el F-35C) y el avión de reconocimiento y guerra electrónica que sustituirá a los actuales EA-18G Growler.
También para entonces los planificadores de la Marina prevén que esté lista su aeronave de sexta generación, un aparato que probablemente estará diseñado para llevar a cabo tanto misiones tripuladas como no tripuladas.
Características clave de la nueva flota de aviones de combate
La nueva aeronave también dispondría de la capacidad de disparar armas hipersónicas. Sin embargo, el desarrollo de esta propiedad dependerá del éxito que tengan tecnologías aún por probar, como los aparatos propulsados por un motor estatorreactor, una tecnología que habitualmente se usa en misiles y que permite viajar a velocidades hipersónicas.
La tecnología de supercrucero permitirá que el nuevo avión de combate alcance una velocidad de crucero supersónica sin necesidad de postcombustión.
Los fuselajes inteligentes de las aeronaves implicarían la distribución de ciertas tecnologías o sensores por toda la superficie de célula de la aeronave y una mayor integración en el propio avión, utilizando algoritmos informáticos de próxima generación para organizar y reflejar información para el piloto.
El nuevo caza de sexta generación probablemente también disparará láseres y tendrá la capacidad de lanzar ataques electrónicos ofensivos.
Fuente: actualidad.rt.com
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