Santo Domingo. En un comunicado enviado a Ensegundos.do, el pastor Marcos Yaroide acusa a sus hermanos de querer destruir su carrera y reputación inventando calumnias en su contra para reclamar supuestas ganancias por la música que produjo su padre, el intérprete de música típica conocida como “Guandulito”.
A continuación el texto íntegro que recibimos:
Debido a la información que circula en algunos medios de comunicación con relación a la declaración de mi hermano Leonardo Dionicio Rambaldez quien me acusa públicamente de yo haber tomado los derechos de autor y por ende la herencia recaudada en Sgacedom de composiciones correspondientes a mi padre Dionicio Mejía (Guandulito) para lucrarme y no haberlos compartido con los demás hermanos y familiares; me vi en la obligación de proceder legalmente y a la vez darles una explicación a todos ustedes y así abolir esta vergonzosa acusación.
Esta carta que les muestro proviene de Sgacedom quienes declaran y certifican que pertenezco a la institución desde el 2016 y de lo único que me he lucrado es de las composiciones de mi propia autoría.- Jamás tomaría algo que no me corresponda. He luchado por mantener una conducta y testimonio intachable de principios y valores cristianos ante mi familia y la sociedad.
Hemos procedido legalmente, puesto que mi hermano asegura que yo he estado huyendo (cuando hasta la prensa me contactó) y me he tomado atribuciones de los pagos que corresponden a la familia, en otras palabras, me acusan de robo.
Por varias ocasiones les sugerí que acudieran de manera personal a la oficina de autor para solicitar información. Algo que nunca hicieron y continuaba amenazándome con hacer acusaciones públicas hasta que acudió a la vía más vil…calumniar ante la prensa sin pruebas.
Que pena que sin evidencias, solo por creer a una suposición infernal, quieran destruir mi carrera y reputación, cuando él, mi familia (y muchos más) saben que mientras él estuvo 10 años como recluso en la cárcel de Najayo, me hice cargo de su esposa y tres hijos.
Me pagó con esta calumnia en contra de lo que tanto sudor y sacrificio me ha costado para levantar la palabra de Dios en alto y mantener la reputación íntegra para mis hijos y miles de almas que pertenecen a mi congregación y siguen mi ministerio , la cual no permitiré que se tire por el suelo debido a una mentira.- Una vez más les digo a la familia Rambaldez como siempre les he dicho: “nunca me ha interesado un peso que yo no trabaje. Ahí está su herencia, ¡reclámenla!”
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