Los vehículos autónomos apenas han comenzado a navegar por nuestras calles y ya los innovadores del mundo están poniendo su mirada en la próxima gran tendencia de transporte: los taxis voladores.
Uber planea crear una red de taxis voladores en Dubai y en el área de Dallas para el año 2020. Kitty Hawk, una nueva empresa de automóviles voladores creada por el cofundador de Google, Larry Page, ya está ofreciendo vuelos de prueba a clientes potenciales.
Hace unos días, Rolls-Royce se incorporó a la refriega al desvelar un proyecto de vehículo vertical de despegue y aterrizaje en el Farnborough International Airshow, en Gran Bretaña. El vehículo podría transportar hasta cinco pasajeros a velocidades de hasta 400 kilómetros por hora durante aproximadamente 800 kilómetros, según reveló la propia compañía.
Rolls-Royce dijo que el vehículo podría estar en el aire a principios de la década de 2020, pero fuentes de la empresa aseguraron que planean crear un prototipo en los próximos 18 meses.
"Sobre la base de nuestra experiencia existente en tecnologías eléctricas y aviación, Rolls-Royce está explorando activamente una gama de posibles mercados y aplicaciones para vuelos eléctricos e híbridos", comentó en un comunicado de prensa Rob Watson, que dirige el equipo eléctrico de Rolls-Royce. "Estamos bien posicionados para desempeñar un papel de liderazgo en el emergente mundo de la movilidad aérea personal y también buscaremos trabajar en colaboración con una variedad de socios".
La compañía con sede en Gran Bretaña fabrica motores a reacción comerciales. Refiriéndose a Rolls-Royce como "pioneros", Watson agregó que la compañía fue una de las primeras en desarrollar turbohélices y motores a reacción.
Rolls-Royce Motor Cars, una compañía propiedad del fabricante alemán de autos BMW, no está asociada con el esfuerzo de crear taxis voladores.
La compañía dijo que su vehículo estaría formado por seis propulsores eléctricos "especialmente diseñados para tener un perfil de bajo ruido". Para despegar o aterrizar verticalmente, dijo la empresa, las alas del vehículo girarían 90 grados. Una vez que la nave alcanzara su altura de crucero, las hélices de su vehículo se plegarían y la nave dependería de varias hélices traseras para empujarlas.
Rolls-Royce señaló que el vehículo llenaría un nicho creado por los sistemas de transporte sobrecargados en ciudades cada vez más concurridas. Watson admitió a Agence France-Presse que imagina una versión eléctrica del vehículo que mueve pasajeros alrededor de una ciudad, pero con un sistema de propulsión híbrido que transporta pasajeros a distancias más largas, como entre Londres y París. La compañía aclaró que el vehículo también podría ser adaptado para fines militares, aunque no se proporcionó ningún detalle.
"La electrificación es una tendencia emocionante e ineludible en todos los mercados de tecnología industrial y, aunque el paso a una mayor propulsión eléctrica será gradual para nosotros, en última instancia será una revolución", comentó Watson.
David Stewart, asesor y socio aeronáutico y aeroespacial de Oliver Wyman, declaró a la AFP que la industria ambiental aeroespacial está reaccionando a un impulso para depender cada vez menos de los combustibles fósiles.
"Creo que la propulsión eléctrica es un disruptor potencial en la forma en que funcionan las cosas", dijo Stewart. "Tenemos un camino bastante largo para que la energía eléctrica sea un reemplazo para el queroseno, pero nunca digamos nunca".
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