El condado del sur de la Florida donde está la ciudad de Miami tuvo el año pasado una disminución drástica en los casos de choferes arrestados por conducir bajo los efectos del alcohol
Para el condado de Miami-Dade, 2017 fue un año asombroso en comparación con los cuatro anteriores: los arrestos de conductores borrachos cayeron 65 por ciento.
En una reunión con el Consejo Editorial del diario The Miami Herald, el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, atribuyó el descenso a los viajes compartidos en Uber y Lyft.
Del 2013 al 2015, la policía de Miami-Dade detuvo anualmente a más de 1,500 personas en casos de DUI, como se les llama en inglés. El año pasado fueron sólo 594.
Como ciudad que es parte del condado, Miami registró una disminución menos drástica.
Uber tiene un mensaje bien desplegado en su sitio de internet: "Estamos trabajando con el grupo Madres Contra Conducir Ebrio (MADD por sus siglas en inglés) para reducir la conducción de vehículos en estado de embriaguez, y alentamos a todos a llamar a alguien en vez de sentarse al timón".
El director de relaciones públicas de Uber en Florida, Javier Correoso, le dijo al periódico que no se atreve a asegurar que esos viajes hayan reducido la cantidad de conductores borrachos en el sur de la Florida.
Pero el propio website de Uber ofrece datos concretos. Le encargaron a la encuestadora independiente Benenson Group un sondeo sobre el tema, y estos son algunos de los resultados:
– El 88% de las personas mayores de 21 años estuvieron de acuerdo en que Uber les ha facilitado las cosas a la hora de evitar conducir después de haber bebido.
– El 78% dice que, desde que apareció Uber en su pueblo, sus amigos son menos propensos a manejar después de haber consumido bebidas alcohólicas.
– El 57% de las personas que usan Uber y otros servicios similares -lo escriben así para no mencionar por su nombre a la competencia- están de acuerdo en que, de no existir el servicio, probablemente conducirían con más frecuencia después de haber bebido.
Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania publicaron en la revista American Journal of Epidemiology un estudio según el cual existe una relación entre Uber y menos casos de conductores ebrios, pero no en todas partes y tampoco por igual.
En ciudades como Portland, Oregon, y San Antonio, Texas, donde Uber empezó a funcionar, se retiró por un tiempo y luego volvió, las cifras de accidentes que involucraban a conductores ebrios bajaron al reanudarse el servicio.
Sin embargo, en ningún caso la presencia de Uber disminuyó la cifra de accidentes con heridos.
En Reno y Las Vegas no hallaron cambios significativos en los arrestos de conductores borrachos después de la llegada de Uber y Lyft, pero Las Vegas es el lugar que recibe 40 millones de turistas al año y donde casi todo el mundo históricamente ha alquilado algún servicio de taxi para moverse de un lado a otro, quizás porque en muchos casos saben de antemano que el licor entra en el programa.
Otro estudio encontró una disminución de entre 25% y 35% en los accidentes que involucraban choferes borrachos en Nueva York desde que Uber llegó a la ciudad, en comparación con otras donde no funcionaba el servicio.
De todas formas, los investigadores recomiendan cautela a la hora de establecer una relación directa entre Uber y Lyft y la reducción en casos de personas que manejan bajo los efectos del alcohol y otras drogas.
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