El auto intermedio por excelencia entre un petrolero 100 % y un eléctrico 100 % es también el centro de una gran controversia. Si no se carga su batería, contamina más que todos ellos. Citroën ha creado un programa para educar y recompensar a los usuarios
La llegada de los autos sustentables a los países más desarrollados ha permitido a quiénes adquieren uno, sentir que son parte del cambio de paradigma de la movilidad, y por lo tanto, que contribuyen de algún modo a revertir la situación tan preocupante del calentamiento global.
Pero así como no emitir gases de efecto invernadero en los traslados personales es una buena noticia, una transformación como esta tiene también sus dificultades que enfrentar y resolver. La más conocida es la de la falta de infraestructura eléctrica, que los países deben mejorar a la misma velocidad que crece el parque de autos a batería. Pero hay otros problemas que no dependen de los estados o gobiernos, sino de las personas. Usar mal un auto eléctrico depende únicamente de los usuarios.
Uno de los fenómenos inesperados que han aparecido hace relativamente poco tiempo, se da con los autos híbridos enchufables, también conocidos como PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle), que son aquellos que tienen un motor térmico convencional, pero también tienen uno o dos motores eléctricos que se alimentan de una batería mediana, que se puede cargar enchufándola a la red eléctrica o a través del sistema de frenado regenerativo del propio automóvil.
Lo que ha pasado con los PHEV es que muchas de las personas que los han adquirido, desconocen que ese auto es al menos unos 300 Kg más pesado que el mismo modelo con motor de combustión interna convencional debido a la presencia a bordo de la batería y la motorización eléctrica, y por lo tanto, si no se utilizan con el sistema híbrido, es decir con la batería cargada y recargando durante su uso, consumirán más combustible fósil que un auto normal similar.
El primer estudio surgió en el Cantón suizo de Valais, que desarrolló un estudio comparativo entre un mismo automóvil en las tres configuraciones, es decir híbrido enchufable cargado, híbrido enchufable descargado y modelo con motor térmico únicamente. El estudio demostró que el automóvil que más emisiones contaminantes generaba era el híbrido enchufable con la batería descargada, y para estar seguros, se replicó en varios modelos de distintas marcas por espacio de varios meses. A partir de los resultados, el gobierno de Valais, decidió no subvencionar más la compra de PHEV, pero el efecto dominó fue inmediato y pronto fueron muchos los gobiernos que tomaron una decisión similar. Alemania en uno de los países que eliminará ese subsidio.
Pero los híbridos enchufables son una buena opción para muchas personas, e incluso para muchos mercados, donde la matriz eléctrica no está preparada aún para tantos autos 100 % propulsados por la energía de una batería. El PHEV es más accesible que un eléctrico, y bien utilizado permite consumir considerablemente menos combustible que un auto similar que no tenga hibridación alguna.
Entonces es en esta situación donde aparece la creatividad. Así ocurrió con Citroën, que ha encontrado una doble oportunidad para hacer algo innovador. Por un lado, la de educar a los usuarios, y por el otro, la de recompensarlos por usar correctamente uno de sus modelos híbridos enchufables.
La marca francesa ha diseñado un programa llamado “Citroën Citizen Services”, que fomenta el uso responsable y ecológico de los automóviles, una conducción menos contaminante y un correcto uso de las propiedades eléctricas de los PHEV. Lo hace a través de tres iniciativas:
PHEV PLUG-IN REMINDER es un recordatorio que invita a recargar el vehículo cuando detecte que no es una costumbre regular. Su propia computadora analiza el modo de uso y, en caso de ser necesario, emite una notificación en la pantalla central si no se ha conectado a una red eléctrica durante cinco días y diez desplazamientos.
PHEV CONNECT es un servicio que se ofrece a los clientes profesionales, por el cual los gestores de flotas de automóviles comerciales pueden acceder a la información del uso de sus usuarios, y a las cargas que realizan, de modo de permitir que se puedan optimizar cada uno para reducir el consumo y las emisiones contaminantes.
PHEV REWARD PROGRAM es finalmente el sistema de recompensas, que permite acumular puntos cada vez que se carga el vehículo en la red eléctrica. Estos puntos se pueden canjear luego por recargas en estaciones públicas o como bonos para viajes en tren. Este sistema se pondrá en marcha en 2023.
En la medida que las personas entiendan que el PHEV es una buena solución pero se debe utilizar correctamente, habrá más de una opción a una movilidad sustentable, y lo más importante, será más accesible y por lo tanto más masiva.
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