Al igual que en ediciones anteriores de los Globos de Oro, Jennifer Lopez volvió a robar miradas. Esta vez, a diferencia de otros años, Lopez prefirió ir con menos brillos y transparencias y eligió un vestido de tono amarillo, que quedaba perfectamente con su tono de piel.
Como recordamos, el año pasado López decidió ir con un vestido con escote pronunciado y una abertura en la parte baja que dejaba mostrar sus piernas. Además, el vestido tenía una gran cantidad de brillos, por lo que fue criticado y admirado a la vez por la opinión de diversos expertos en moda.
En el 2013, su vestido fue aún más transparente y únicamente se podía ver tapada por bordados en blanco encima de una tela del mismo color de la piel de la cantante. Este año, dio una sorpresa a todos sus seguidores con un vestido distinto.
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