Olivia Farnsworth, de siete años, no siente la necesidad de dormir al final del día, si se cae durante el recreo no llora y tampoco pide a sus padres que le lleven la merienda a la escuela.
Pues la niña posee un extraño caso, el cual corresponde a la ausencia del cromosoma seis, lo que hace que pueda estar hasta tres días sin dormir.
Los médicos apuntan que nunca este caso había sucedido en una sola persona.
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