Jennifer López causa sensación en cualquier lugar que se presenta y Rusia no es la excepción.
La “Diva del Bronx” visitó ese país el pasado fin de semana para amenizar la boda del hijo del billonario ruso Mikhail Gutseriev, en la que también participaron los cantantes Sting y Enrique Iglesias. Invitados al exclusivo evento compartieron fotos y vídeos de la celebración que fue ampliamente criticada en las redes sociales.
Y aprovechando su visita a Moscú, tras su show en la boda, J.Lo decidió irse de “shopping” tarde en la noche del sábado, según reseñó el Daily Mail.
Luciendo un abrigo de piel, “leggings” y botas de tacón alto, para desafiar el frío de la capital rusa, la estrella llegó hasta la lujosa boutique Aiziel, donde no dudaron en cerrarle las puertas a los clientes para darle la atención merecida durante dos horas.
De acuerdo a la publicación, López se tomó su tiempo para seleccionar entre las carteras y zapatos de diseñador y finalmente se decidió por algunas piezas de la firma Charlotte Olympia.
A su salida de la tienda, se mostró muy simpática y saludó a los fans, curiosos y medios que la esperaban afuera. Por supuesto que la artista tenía que estar bien contenta, si se dice que la cifra que cobró por cantar en la boda en Rusia ascendió a los $5 millones.
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