El mayor galardón a mi trabajo es el servicio”. La frase es de Willy Rodríguez. Él es más que un nombre que le “suena” a cualquiera que en un momento de su vida haya oído la radio, sobre todo en tiempos de Semana Santa o Navidad. Willy Rodríguez es en los últimos 30 años el espíritu vivo de la Z101, una de las más populares y sintonizadas emisoras dominicanas. Así como Miguel de Unamuno sentenció que “El estilo es el hombre”, “La Z” es a Willy su estilo.
Y no es de sorprender. Las ondas hertzianas son parte de su ADN. En los años 40, su padre, Vinicio Soto Brenes, fue el primer técnico de planta de La Voz del Yuna, primera emisora dominicana que tenía su sede en Bonao, y cuyo propietario era José Arismendy Trujillo Molina, conocido como Petán.
Para los años 60 Willy Rodríguez estaba inmerso en el mundo de los radioaficionados, y en las noches tenía comunicaciones con Cuba y otros países de América Latina, como Venezuela; y en comunicación con este país fue que descubrió la importancia de la radio como medio al servicio de los demás.
A sus casi 67 años le gusta disfrutar de un buen pescado y un sancocho, sus comidas preferidas; y se dice a sí mismo que es un buen bailador de merengue y salsa, y un defensor a ultranza de la música urbana, porque entiende que representa la esencia del barrio, y que a través de ella los muchachos del barrio quieren enviar un mensaje al que hay que prestarle atención.
Hoy día, Willy Rodríguez es conocido en el mundo de la radio como “La Leyenda”, y con esta leyenda elCaribe conversó en su casa, en “La Z”, a fin de presentar a nuestros lectores los 10 momentos más memorables de su vida.
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