No había tenido la oportunidad de ir a un show de Anthony Santos fuera del país y mucho menos de entrevistarlo. Hace unos años atrás un empresario me convenció de que el intérprete de “Voy pa´ llá” me estaba esperando en su casa de Santa María, Montecristi, y cual periodista audaz tomamos un vehículo y salimos corriendo para no desaprovechar la ocasión.
Sin embargo, la entrevista no se hizo realidad, y mucho menos pude verle. Pero eso ha sucedido por mucho tiempo, comentó “El Mayimbe de la bachata”, en un momento que fue casi “mágico”, y en el que solo hubo espacio para Marivell Contreras, él y yo, previo al concierto que ofreció el pasado viernes en la Plaza Sambil de Curazao, país que hacía varios años no pisaba.
De que no le gustan los periodistas eso ya es viejo, pero no es que tenga algo en contra de ellos, simplemente no le gusta que salgan declaraciones que él no ha dado y por eso prefiere evitarlos. Cuando El Mayimbe sube a un escenario se transforma de una manera sobrecogedora, no importa que haya tenido una noche no muy placentera; el cariño del público y sus aplausos, hacen que olvide hasta el dolor más grande de cabeza.
Le gusta la comida dominicana, y uno de sus platos favoritos es el “rabo encendido”, por eso, aunque no esté en tierra dominicana, Lenín Ramírez, su mánager por 14 años, y Randy, quien asiste a Anthony en el exterior, tratan de complacer su paladar aunque esté donde esté.
De ahí que ya se ha hecho famosa en sus shows la frase “quiero rabo”. Le gusta estar impecable, y como para él un traje es sinónimo de elegancia y distinción, el diseñador Tony Boga viaja adonde quiera que va. “Anthony debe tener más de 300 trajes en su casa, porque le he recomendado que no repita”, dice el diseñador dominicano, quien cuida del vestuario del artista.
¿Qué tiene Anthony que le gusta a los dominicanos y a los extranjeros? La dominicana Juana Oliva vive en Curazao desde hace 19 años y ella al igual que muchos otros dominicanos -hay unos 15,000 criollos en la isla-, desde que anuncia- ron que iba El Mayimbe, compró su boleta para estar en primera fila. ¿Porqué le gusta Anthony?, le pregunté y ella solo atinó a responder: “lo llevo en la sangre”.
Y así como ella, muchos llevan en sus venas ese sabor que emana de sus bachatas, unas corta venas y otras más románticas; fue así que en una noche donde el único dominicano era él, se alzó con el mayor de los aplausos para despedirlo luego de dos horas de show.
Aunque no es un artista de grandes excentricidades, en vez de pedir flores en camerino y toallas blancas, prefiere que le tengan un buen vehículo a su disposición, así como una excelente suite presidencial; claro, todo esto luego de que el empresario acepte a pagar el precio estipulado para él presentar su concierto en el exterior, un monto que sobrepasa los US$100,000 dólares.
También pude aprender que “El Mayimbe” está feliz soltero, y que es el mejor jefe del mundo, según lo testimoniaron sus músicos. “Es un excelente ser humano, honesto hasta donde no te puedas imaginar y tímido en exceso”, confesó su mánager Lenin Ramírez. Aprendí que es el artista tropical dominicano mejor pagado después de Juan Luis Guerra y que este año y el próximo tiene la firme intención de seguir viajando y conquistando otros públicos, aunque no le gustan los aviones.
(+) EL MÁS QUERIDO EN CURAZAO
El empresario Steven, quien llevó en esta ocasión al bachatero dominicano, reconoció el poderío del artista y confesó que tenía en lista otras opciones para el festival pero que todo el mundo le decía que tenía que traer a Anthony Santos. “En nuestro país, la gente tenía ansias de verlo cantar, por eso lo trajimos”, comentó el empresario encargado del Festival Viva La Música Latina.
El empresario Steven, quien llevó en esta ocasión al bachatero dominicano, reconoció el poderío del artista y confesó que tenía en lista otras opciones para el festival pero que todo el mundo le decía que tenía que traer a Anthony Santos. “En nuestro país, la gente tenía ansias de verlo cantar, por eso lo trajimos”, comentó el empresario encargado del Festival Viva La Música Latina.
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