Charytín Goyco, quien se ha refugiado en el amor de sus hijos Shalim Ortiz, Sharinna Alan y Alexander Ortiz para superar la reciente muerte de su esposo Elín Ortiz, contó a People en Español las lecciones que le ha dado la vida tras una dilatada carrera profesional.
—Hay que escalar en la vida sin pisotear a nadie en el camino. “Yo llegué con el corazón”, recordó la presentadora, actriz y cantante dominicana sobre sus inicios. Según ella, la vida te premia “cuando llegas con el corazón y un poquito de talento a vender lo que tú tienes sin atacar a nadie”.
—Tu pareja es tu mejor inversión. Ella encontró a su gran amor y socio de vida en Elín Ortiz, con quien estuvo casada más de 40 años. “Me encontraba la cosa más grande del mundo. Me decía: ‘Tú eres lo más bello que he visto en mi vida’. De verdad lo decía con el alma. Se emocionaba cuando lo decía”, recordó de su difunto esposo. “Fue lo que yo soñé toda mi vida”.
—Con una buena actitud, los retos se pueden superar. Goyco admite que no tuvo una niñez feliz, ya que fue testigo de violencia doméstica en el hogar de sus padres. A pesar de ello, se convirtió en una mujer alegre con un matrimonio armonioso.
—Su familia siempre ha sido su prioridad. “Agradezco mucho a Dios que tuve la vida que quise tener siendo artista. Todos mis hijos comprendieron mi carrera”, dijo Goyco, quien se llevaba a sus hijos al estudio de grabación y los hizo parte de su vida profesional.
—Nunca se puede perder la fe ni el agradecimiento. “Le agradezco al Señor la salud tan grande que me ha dado, mi energía que está siempre igual”, concluyó. “Eso viene de arriba. Es divino”.
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