Juliana O’neal dice estar cansada de tener que salir a aclarar rumores sobre su salud. Le duele que sus detractores utilicen viejas fotografías para inventar situaciones sobre su enfermedad que no son ciertas, publicaciones que dañan a su familia, a su carrera y su integridad personal.
Siempre se ha encargado de dar la cara a su público y a los medios cuando se ha sometido a procesos de quimioterapias para tratar el cáncer de tiroides (carcinoma papilar) y lo ha hecho valientemente, pero más que eso: ha utilizado su experiencia de vida para ayudar a otras personas afectadas con esta enfermedad.
Por eso lo último que aceptaría es que la vean como una víctima o como una mujer derrotada. “Jamas permitiría que la sociedad me vea como una víctima. Soy una persona que ha sido sometida a quimioterapia en dos ocasiones, realmente han sido momentos muy difíciles, pero he continuado con mi vida trabajando y ayudando a otros”.
La merenguera, quien ahora ha regresado a la radio con dos temas nuevos, tampoco vaciló para hablar abiertamente de su reciente intervención quirúrgica en un ovario. Hace un mes le detectaron ovarios poliquísticos. Explicó que fue una operación ambulatoria, pero tuvo que guardar bastante reposo. En una visita a LISTÍN DIARIO, Juliana aclaró que estos quistes en los ovarios no tienen nada que ver con el cáncer que tuvo y que mucho menos hayan afectado su aparato reproductivo, a pesar de que la enfermedad se asocia con frecuencia a la infertilidad.
“Es una pena que tenga que hacer este tipo de aclaración cuando ando tirada en la calle promoviendo dos temas nuevos. No es cierto que ya no podré tener hijos. Estoy perfecta con mi aparato reproductivo. Es cierto que me extirparon una parte de un ovario pero eso no significa, en lo absoluto, que haya quedado estéril”, afirmó.
La Reina del Mambo también dice estar consciente que tiene gente a su alrededor que se han encargado de intensificar la situación de su enfermedad para hacerle daño artísticamente. “Porque si yo salgo del medio ellos tienen más oportunidad. La gente sabe que si estoy enferma nadie me va a contratar y por eso avivan esos comentarios”, manifestó.
EL 2016
APRENDIZAJE. Para Juliana el 2016 es un año de aprendizaje y de reencontrarse con ella misma. Relató que vivía sumergida en su carrera, tocaba las fiestas y dormía hasta 12 horas en el día. Cuando no tenía trabajo salía a divertirse con sus amigos y se dio cuenta que estaba dejando a un lado a su familia. La artista, de 28 años, que reside con su abuela María Jimenez y su perrita “Chacha”, se analizó y decidió regresar a la universidad y concluir su carrera de mercadeo, de la que solo le restan tres semestres.
NOVEDAD
“Medio loca” y “Hoy voy a beber” son los dos nuevos merengues inéditos que promociona Juliana. El primero tiene un estilo de los 80, con Crispín Fernández y Ramón Orlando.
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