Un joven de 22 años fue condenado ayer a 30 años de prisión por planear un atentado para matar a empleados del Gobierno durante el discurso anual del presidente de EE.UU., Barack Obama ante el Congreso en 2015, informó el Departamento de Justicia.
Christopher Lee Cornell, de Green Township (Ohio), se había declarado culpable de diseñar un complot e intentar cometer un ataque en nombre del grupo terrorista Estado Islámico (EI) durante el discurso del Estado de la Unión que pronunció Obama en enero de 2015, señaló el Departamento de Justicia en un comunicado.
El sujeto había admitido el 1 de agosto estas acusaciones y la sentencia fue anunciada ayer por la jueza federal del distrito de Ohio Sandra Beckwith, que también ordenó que Cornell sea objeto a supervisión el resto de su vida una vez salga de prisión.
"Cornell planeó cometer su acto de violencia como un ataque simbólico contra Estados Unidos en su conjunto", declaró en el comunicado el abogado del Gobierno en el distrito de Ohio Benjamin Glassman, quien agregó que "la gravedad de este crimen es evidente".
Los delitos por los que el individuo fue condenado son los de intento de asesinato de funcionarios de EE.UU., ofrecimiento de apoyo material a una organización terrorista y un tercer cargo relacionado con la tenencia de armas de fuego.
"Intentar matar a otra persona es un crimen lo suficientemente horrible y justifica una sentencia significativa, pero esto era más que eso, Cornell quería infligir dolor en el espíritu de todo el país y aterrorizar a sus dirigentes", agregó.
Según el acuerdo de admisión de culpabilidad al que se llegó con él, Cornell planeó entre agosto de 2014 y enero de 2015 un viaje a Washington para cometer un atentado en el Capitolio de Washington durante el discurso anual que iba a pronunciar Obama el día 20 de ese mes ante las dos Cámaras del Congreso.
El sujeto admitió haber planeado la fabricación de bombas y la compra de más armas, y haber estudiado los planos del Capitolio y de otros potenciales objetivos en la capital de EE.UU. para matar a funcionarios del Gobierno en su ataque, todo en apoyo al EI.
Cornell fue detenido seis días antes del discurso presidencial por un equipo especial antiterrorista de la Policía federal (FBI), después de lo cual publicó en internet llamamientos para que otros se unieran a él en una yihad contra Estados Unidos y sus ciudadanos.
En el momento de su detención, en el estacionamiento de una tienda de venta de armas cerca de Cincinnati, Cornell, que se identificó como musulmán, acabada de comprar dos fusiles de asalto M-15 y unos 600 cartuchos de munición, según las autoridades.
En una llamada telefónica a la emisora de televisión WXIX-TV, en Cincinnati, desde la cárcel en Kentucky en la que estaba recluido, Cornell hizo un breve resumen de los planes que tenía.
"Le habría puesto (un arma) en la cabeza a Obama, habría apretado el gatillo. Entonces, habría disparado más balas contra miembros del Senado y la Cámara de Representantes (...) y habría atacado la Embajada israelí y otros edificios", dijo el reo, oriundo de Cincinnati.
Cornell afirmó entonces que quería perpetrar el ataque en el Congreso por la "continua agresión estadounidense contra nuestro pueblo y el hecho de que EE.UU., específicamente el presidente Obama, quiere hacerle la guerra al EI".
Los abogados de Cornell cuestionaron la salud mental de su cliente, pero la jueza Beckwith declaró en abril que Cornell era competente para afrontar un juicio.
Comentarios
Publicar un comentario