Fernando Villalona unió lo mejor de su repertorio de merengues, baladas y boleros, con el humor y las carcajadas de la estrella de la televisión Jochy Santos, para ofrecer un exquisito show en Escenario 360.
Unos 14 años han pasado, aproximadamente, desde la primera vez que lo escuché cantar en el auditorio del colegio donde estudiaba, provocando el alboroto entre todos. A mí, particularmente, me cautivó, y desde entonces lo sigo. La noche del miércoles pasado, junto a Jochy Santos, el divertidísimo, Fernandito se presentó en la sala de eventos de Galería 306, y allí estuve en primera fila, casi interactuando con esta figura cuya voz destila una madurez que, como el buen ron, mejora con el tiempo. Pausado, sereno, simpático y agradecido, virtudes que lo engalanan, no desaprovechó la ocasión para agradecer y desear bendición desde el Altísimo para todos los allí presentes.
Se refirió a la “jefa de sus hijos”, su esposa, que lo ha acompañado “en todos estos años”, y quien se confundía con el público. A insistencia de los presentes se tuvo que salir de lo programado y saltar de boleros a merengues, y así fue como lo escuchamos cantar “Payaso”, “Mi debilidad”, “Soy el culpable”, “Quién tiene tu amor”, “ Háblame”, “Quisqueya”, “Me hace daño quererte”, “La cartita” “Caramelos para Elizabeth” y “Feliz Cumbe,”. Con esta última encandiló a toda la sala, y aun con sus movimientos suaves El Mayimbe encendió a la mayoría, que se alzó de sus asientos. El público coreaba cada una de sus melodías, demostrando un dominio perfecto de las composiciones: letra y entonación, como si se hubiese ensayado. Su hermano Aramis tuvo una pequeña y muy animada participación cuando interpretó una de las más movidas, logrando poner de pie a los asistentes que repletaron el salón para cantar y bailar.
Aquejado todavía de una gripe, eso no fue impedimento para El Mayimbe derrochara carisma y sentimiento en cada una de sus interpretaciones. Es preciso resaltar que Fernandito ha logrado campear situaciones difíciles en lo personal y profesional, y todo ello lo ha transformado en un ser muy agradecido de la vida, y no es para menos, porque tiene garantizado un público fiel que le sigue, lo aplaude, lo quiere, lo disfruta. Mi reconocimiento público a este ser humano que ha contado en los últimos años con el apoyo de una compañera, como él destaca, que se ocupa del hombre, del artista y del orgulloso padre que es.
Un artista que mantiene su carisma
Esa noche quedó registrada su actuación en las redes sociales y aquellos momentos que aprovechó para enviarles saludos y afectos a sus seres queridos que viven en el extranjero, como es el caso de su hija Paloma y sus nietos que residen en Orlando, Florida. La calidad profesional de Fernandito y su carisma se mantienen inalterables y a ello se le suman virtudes que pocos poseen: humildad y gratitud. Mis afectos, respeto y admiración al Mayimbe. Sin duda, el más querido.
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