Una ciudadana propietaria de un apartamento construido por la Constructora Bisono, denuncia las penurias que ha tenido que pasar por los fallos de construcción que presenta la propiedad, teniéndolos que resolver por su propia cuenta ante la indiferencia de la constructora para asumir su responsabilidad y reparar el daño causado.
Carta a Don Tato Bisonó:
Luego de saludarle, quería hacer de su conocimiento la frustración que puede sentir un ser humano, en mi caso una madre soltera, quien después de 11 años de lucha por brindarle un hogar a sus hijos se encuentra con la triste realidad de que la constructora a quien le compró le ha vendido un apartamento con muy baja calidad.
Durante los cinco años que llevo en mi apartamento he tenido que reparar techos, maderas, tuberías, paredes y cuantas cosas se han ido dañando. Aún recuerdo como estando recién parida en medio de unos fuertes aguaceros el agua manaba por las paredes, pues según me explicaron los ingenieros que trabajan para usted en el proyecto Ciudad Real II en donde vivo, eso era un problemas de las venas por donde se echaba el concreto armado.
Pacientemente he superado cada situación, pero justamente a los seis días de cumplirse mis cinco años aquí empezaron los suelos a romperse. Hice los trámites por escrito que su departamento de Servicio al Cliente me indicó, no recibiendo respuesta formal, solo el bochorno de su maestro de construcción quien alegó que eso no se iba a arreglar.
En el proceso de reparación, el cual he tenido que asumir personalmente hemos ido viendo como al tocar una cerámica el resto se abre, incluso algunas distantes.
Hemos arreglado lo que se ha podido pero seguimos con prácticamente toda la casa en peligro y sin poder venderla pues dígame a usted, con qué cara vendo este problema hasta que se cambien todos los suelos.
Espero que las redes sociales lleguen a donde las misivas formales no lo hicieran y su personal me contacte pues urge el cambio total de los pisos, ya que solo hemos solucionado una parte de ellos. Y no es justo que mi esfuerzo de tantos años se eche a perder por vicios de construcción.
Sabe, yo me pongo en su lugar, y hasta pena me da mandarle públicamente esta carta, pues siento vergüenza ajena, la de un hombre que con mucho esfuerzo ha echado hacia adelante una empresa y que por descuidos ajenos a su voluntad hoy se ve en medio de esta situación. Pero dígame usted, cómo llego a su misericordia si no me ayudan los medios ajenos a su empresa, ya que los suyos no me han ayudado.
Soy consciente de su temor a Dios, y el de su familia y de su empeño porque cada vez más dominicanos tengamos un hogar, pero mi estimado, así no… no necesitamos pan para hoy y hambre para mañana, por favor tenga compasión de quienes un día confiamos en usted y su sueño de brindar una verdadera Ciudad Real.
Saludos,
Milka Hernández (Propietaria Apto. Ciudad Real II).
Fuente: LoqueSucede.com
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