Hablamos con Venus O'Hara sobre lo último en tecnología sexual para mujeres.
"Cada mañana me despierto con un orgasmo". Así amanece Venus O´Hara y luego, en su Sex Toy Laboratory, sigue probando y valorando vibradores y juguetes sexuales. Su misión es animar a las mujeres a que descubran su sexualidad en solitario: "masturbarse da mucha independencia emocional".
Emprendedora, escritora y sex blogger, Venus O'Hara pasó de ser agente inmobiliaria a vivir de una de sus pasiones: el fetichismo. Primero era un hobby pero poco a poco se ha convertido en su manera de ganarse la vida. "Ahora, con tanto porno, el mundo fetichista es muy rentable porque la gente paga por cosas especiales. Insinuar es más rentable que mostrar", asegura esta inglesa afincada en Barcelona.
Con una educación católica, Venus O'Hara se ha autoimpuesto una misión: educar a las mujeres sobre el orgasmo. "Quiero animar a las mujeres a que descubran su sexualidad en solitario. Masturbarse da mucha independencia emocional. Hay mujeres que cuando echamos un buen polvo nos enganchamos emocionalmente. Somos capaces continuar con una relación tóxica solo porque el sexo es muy bueno".
De hecho lo puede contar en primera persona: su primer vibrador entró en su vida a raíz de una relación tóxica que no era capaz de dejar porque es sexo era genial. "Desde que tengo mi vibrador nunca más he vuelto a estar con ningún cabrón", asegura.
Como sex blogger, empezó a recibir cada vez más juguetes sexuales para que los probara y los reseñara en su blog. Así fue como Venus O'Hara se convirtió además en probadora de juguetes sexuales. Y eso es lo que hace en su Sex Toy Laboratory: se masturba con ellos y luego comparte sensaciones en su web. Pero que nadie vaya a buscar imágenes explícitas que no las encontrará, las pruebas se realizan fuera de los focos.
Desde 2013 ha acumulado casi 400 juguetes eróticos de todo tipo. "Soy la primera en recibirlos", remarca orgullosa. La industria de los juguetes eróticos ha cambiado mucho en los últimos años: ahora los vibradores y consoladores tiene un diseño más elegante incluso empezando por el packaging que se ha alejado del porno. Tienen diseños lúdicos, con materiales más suaves, colores llamativos y desenfadados e incluso se cargan por USB.
Midiendo potencia
Las reseñas de los vibradores se centran tanto en el orgasmo que ha tenido como en detallar las características del dispositivo como su ergonomía, sus acabados, los modos de vibración, cuánto tarda en cargar… "Saber si hace ruido es importante porque mucha gente vive con sus padres o en pisos compartidos. También saber si se paran inmediatamente". Otro aspecto relevante en la review del juguete sexual es la potencia que tiene. Este es un dato que ha conseguido tener gracias a Geeks!me, un reloj inteligente que, además de dar la hora, proporciona información sobre tu vida sexual. Como todos los demás smartwatch mide lo que caminas, las calorías que consumes y las horas que duermes pero su punto diferencial es el registro de la intensidad de tu actividad sexual.
La función g!love, que se activa a voluntad, analiza nuestros movimientos durante el acto y nos da información sobre las calorías consumidas, la grasa quemada y la intensidad que le hemos puesto al asunto. Además, guarda los datos de la duración y la frecuencia e incluso se puede valorar el grado de satisfacción. Toda esta información te la muestra también en gráficas y estadísticas para deprimirte o maravillarte de la vida sexual que llevas. Como si cada encuentro sexual fuera un logro, g!love te da medallas con insignias de animalitos. Ah, también mide la actividad sexual que se puede tener en solitario.
Probando, probando
"Durante el día realizo mis pruebas de laboratorio". Ataviada con su bata blanca y guantes de latex, Venus da paso al test al grito de "May the test begin" , con una fantasía siempre en la mente y las mismas condiciones, porque al final es un trabajo científico. "No siempre apetece, pero hay entregas que cumplir. Y quizás estás usando uno que te gusta mucho y tienes que probar otro que no te apetece tanto…" Las fantasías sirven para ponerse en situación.
Cada juguete es diferente, y por tanto también varía la duración del orgasmo y lo que se tarda en llegar a él. "Gracias a medirme he podido obtener datos que antes no tenía. Un vibrador muy bueno, con motor muy bueno me puede dar un orgasmo en 9 minutos y si son 20 ya sé que no es tan potente".
Pero además de probadora de juguetes sexuales, Venus también ha diseñado su propio vibrador, donde ha plasmado toda su experiencia. Con el reloj puede medir su potencia en comparación con los vibradores de otras marcas. "De su juguete se hicieron 8 prototipos, cuando llegué a 11 minutos ya sabía que era muy bueno".
El smartwatch le ha aportado información sobre la intensidad y por ejemplo que cuanto más potente es el motor más rápido se puede llegar al orgasmo. "Con un motor potente no es tanto fantasía, el cuerpo lo nota mucho más y responde más rápido", concluye Venus O'Hara.
También ha servido Geeks!me para intentar arrojar luz sobre la famosa pregunta de si el tamaño importa. Sigue siendo la pregunta que más preocupa a los hombres y una de las que más recibe en su blog La Sex Teacher. Para ello probó Patchy Paul y Little Paul, dos juguetes de diferente tamaño de Fun Factory, sin vibrador, y lo midió con el smartwatch. Sorprendentemente el resultado fue el mismo para los dos tamaños. Así que fin de la duda.
Publicado originalmente por VICE.com
Hablamos con Venus O'Hara sobre lo último en tecnología sexual para mujeres.
"Cada mañana me despierto con un orgasmo". Así amanece Venus O´Hara y luego, en su Sex Toy Laboratory, sigue probando y valorando vibradores y juguetes sexuales. Su misión es animar a las mujeres a que descubran su sexualidad en solitario: "masturbarse da mucha independencia emocional".
Emprendedora, escritora y sex blogger, Venus O'Hara pasó de ser agente inmobiliaria a vivir de una de sus pasiones: el fetichismo. Primero era un hobby pero poco a poco se ha convertido en su manera de ganarse la vida. "Ahora, con tanto porno, el mundo fetichista es muy rentable porque la gente paga por cosas especiales. Insinuar es más rentable que mostrar", asegura esta inglesa afincada en Barcelona.
Con una educación católica, Venus O'Hara se ha autoimpuesto una misión: educar a las mujeres sobre el orgasmo. "Quiero animar a las mujeres a que descubran su sexualidad en solitario. Masturbarse da mucha independencia emocional. Hay mujeres que cuando echamos un buen polvo nos enganchamos emocionalmente. Somos capaces continuar con una relación tóxica solo porque el sexo es muy bueno".
De hecho lo puede contar en primera persona: su primer vibrador entró en su vida a raíz de una relación tóxica que no era capaz de dejar porque es sexo era genial. "Desde que tengo mi vibrador nunca más he vuelto a estar con ningún cabrón", asegura.
Como sex blogger, empezó a recibir cada vez más juguetes sexuales para que los probara y los reseñara en su blog. Así fue como Venus O'Hara se convirtió además en probadora de juguetes sexuales. Y eso es lo que hace en su Sex Toy Laboratory: se masturba con ellos y luego comparte sensaciones en su web. Pero que nadie vaya a buscar imágenes explícitas que no las encontrará, las pruebas se realizan fuera de los focos.
Desde 2013 ha acumulado casi 400 juguetes eróticos de todo tipo. "Soy la primera en recibirlos", remarca orgullosa. La industria de los juguetes eróticos ha cambiado mucho en los últimos años: ahora los vibradores y consoladores tiene un diseño más elegante incluso empezando por el packaging que se ha alejado del porno. Tienen diseños lúdicos, con materiales más suaves, colores llamativos y desenfadados e incluso se cargan por USB.
Midiendo potencia
Las reseñas de los vibradores se centran tanto en el orgasmo que ha tenido como en detallar las características del dispositivo como su ergonomía, sus acabados, los modos de vibración, cuánto tarda en cargar… "Saber si hace ruido es importante porque mucha gente vive con sus padres o en pisos compartidos. También saber si se paran inmediatamente". Otro aspecto relevante en la review del juguete sexual es la potencia que tiene. Este es un dato que ha conseguido tener gracias a Geeks!me, un reloj inteligente que, además de dar la hora, proporciona información sobre tu vida sexual. Como todos los demás smartwatch mide lo que caminas, las calorías que consumes y las horas que duermes pero su punto diferencial es el registro de la intensidad de tu actividad sexual.
La función g!love, que se activa a voluntad, analiza nuestros movimientos durante el acto y nos da información sobre las calorías consumidas, la grasa quemada y la intensidad que le hemos puesto al asunto. Además, guarda los datos de la duración y la frecuencia e incluso se puede valorar el grado de satisfacción. Toda esta información te la muestra también en gráficas y estadísticas para deprimirte o maravillarte de la vida sexual que llevas. Como si cada encuentro sexual fuera un logro, g!love te da medallas con insignias de animalitos. Ah, también mide la actividad sexual que se puede tener en solitario.
Probando, probando
"Durante el día realizo mis pruebas de laboratorio". Ataviada con su bata blanca y guantes de latex, Venus da paso al test al grito de "May the test begin" , con una fantasía siempre en la mente y las mismas condiciones, porque al final es un trabajo científico. "No siempre apetece, pero hay entregas que cumplir. Y quizás estás usando uno que te gusta mucho y tienes que probar otro que no te apetece tanto…" Las fantasías sirven para ponerse en situación.
Cada juguete es diferente, y por tanto también varía la duración del orgasmo y lo que se tarda en llegar a él. "Gracias a medirme he podido obtener datos que antes no tenía. Un vibrador muy bueno, con motor muy bueno me puede dar un orgasmo en 9 minutos y si son 20 ya sé que no es tan potente".
Pero además de probadora de juguetes sexuales, Venus también ha diseñado su propio vibrador, donde ha plasmado toda su experiencia. Con el reloj puede medir su potencia en comparación con los vibradores de otras marcas. "De su juguete se hicieron 8 prototipos, cuando llegué a 11 minutos ya sabía que era muy bueno".
El smartwatch le ha aportado información sobre la intensidad y por ejemplo que cuanto más potente es el motor más rápido se puede llegar al orgasmo. "Con un motor potente no es tanto fantasía, el cuerpo lo nota mucho más y responde más rápido", concluye Venus O'Hara.
También ha servido Geeks!me para intentar arrojar luz sobre la famosa pregunta de si el tamaño importa. Sigue siendo la pregunta que más preocupa a los hombres y una de las que más recibe en su blog La Sex Teacher. Para ello probó Patchy Paul y Little Paul, dos juguetes de diferente tamaño de Fun Factory, sin vibrador, y lo midió con el smartwatch. Sorprendentemente el resultado fue el mismo para los dos tamaños. Así que fin de la duda.
Publicado originalmente por VICE.com
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