El intérprete de merengue Carlos Manuel (el Zafiro) reveló que hoy lo que se escucha son los ritmos urbanos y que en la actualidad la gente prefiere el dembow, lo que consideró no es música, sino “basura”.
“Yo recuerdo que antes había como 100 grupos de merengues y cada cual tenía su propio estilo. Éramos diferentes y nadie se parecía al otro, pero hoy todo suena igual. Ahora lo que hay es dembow y eso no es música, sino basura, pero está dejando muchos cuartos.
Busca los cantantes del dembow y compáralos con nosotros para ver si mezclándolos todos sacamos aunque sea uno”, expresó el intérprete de “Felicidades”.
Ya no hay cantantes
Carlos Manuel, quien reside en Filadelfia, Estados Unidos, dijo a Fausto Polanco, del periódico El Día que hoy “ya no existen cantantes, sino mucha gente que se hace famosa hablando por un micrófono, a los cuales hasta les llaman artistas, pero en realidad no lo son”.
Precisó que ya no existe talento y a cualquiera que tome un micrófono y se ponga a rapear le llaman cantante, sin tener nada que se parezca al sentimiento que debe tener un artista cuando entona una canción.
“Es increíble lo que está pasando, hoy cualquiera es un artists, una superestrella, pero los que verdaderamente cantamos estamos pasando las de Caín, subsistiendo a las buenas de Dios y los que hablan por micrófonos están podridos en cuartos”, dijo Carlos Manuel desde Filadelfia a través de la vía telefónica.
Afirmó que las voces de hoy son robóticas y electrónicas, fruto de una aplicación que tienen los estudios de grabación, por lo que ningún reguetonero, cantante urbano o dembowsero lo hace con su propia voz, porque todo es arreglado.
Voces “robóticas”
“La calidad se fue hace mucho y el que más pague sube y cualquier porquería se pega. Las voces de hoy suenan robóticas, pues ya no hay cantantes naturales y normales como ocurría décadas atrás. Ellos no pueden sacar la voz como es, y lo más penoso de todo es que ya no hay sentimientos en la música y a nadie le importa eso”, dijo ‘el Zafiro’.
El intérprete de “El cantante de amor”, “No sé qué hacer”, “Si quieres volver” y otros éxitos, expresó que lo más impactante de todo es que pese a no tener nada como cantantes, los urbanos internacionales cobran hasta 700 mil dólares por una presentación y una canción les deja millones de entradas en solo días.
Dijo que los tiempos románticos se perdieron, pues ya la gente no valora esa época hermosa de buena música y todos nos hemos quedados callados, soportando toda la porquería que ponen en la radio. Además, entiende que existe un boicot contra los merengueros, porque si llevan un tema a una emisora, “sin escucharlo, dicen que no sirve, sin ellos ser músicos y luego lo tiran a la basura”.
“Yo sigo cantando y soy uno de los íconos del merengue, de los que trabajan mucho acá, como Alex Bueno. Yo tengo mi banda y toco por todos los Estados Unidos. Mi voz sigue rompiendo, porque la gente aun valora mi voz y me da mi respeto”.
La muerte de su hijo
Sobre la muerte de su hijo expresó que a más de dos meses del asesinato de Zafiro Gabriel en Puerto Rico, aún las autoridades no han dado con el autor o los autores de su muerte.
Dijo que la policía de Puerto Rico le ha manifestado que está investigando el caso, pero entiende que eso se quedará así, por lo que el castigo para ellos se lo deja a Dios, “porque yo no vivo en allá para darle seguimiento, ahora mismo estoy en Filadelfia, por lo tanto eso se lo dejo a Dios, el único justiciero verdadero”.
Zafirito Gabriel, hijo del cantante de merengue Carlos Manuel El Zafiro, fue asesinado la noche del 8 de mayo en Puerto Rico en circunstancias aún no aclaradas.
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