Un experto dice que pudo haber sido "demasiado atrevido" para Hollywood.
Hollywood podría producir una nueva película de Stanley Kubrick, a pesar de la muerte de este "perturbador profesional" hace casi dos décadas, gracias a un guión recientemente descubierto que se dice que escribió en 1956.
El profesor de la Universidad de Bangor y experto en Kubrick, Nathan Abrams, le dijo a The Guardian que encontró el guión mientras investigaba para su próximo libro, Eyes Wide Shut: Stanley Kubrick and the Making of His Final Film. El guión "perdido" es propiedad del hijo de un antiguo colaborador de Kubrick y tiene más de 100 páginas. Se basa en la novela de 1913 del escritor judío-austríaco Stefan Zweig, Burning Secret. El libro sigue a un hombre que corteja a una mujer en un spa de salud, haciéndose amigo de su hijo de 12 años.
Abrams lo describió como "el inverso" de Lolita de Vladimir Nobakov, la cual Kubrick adaptó en 1962. Esa historia de un hombre que se casa con una mujer para seducir a su hija enfrentó muchas dificultades ante los censores de Hollywood de mediados de siglo. Abrams le dijo a The Guardian que cree que el guión recién descubierto fue escrito seis años antes del debut de Lolita y que podría haber sido "demasiado atrevido" para la industria en ese momento.
Según Abrams, desde hace mucho tiempo se rumoraba sobre la existencia de este guión. "Los aficionados a Kubrick sabían que él quería hacerlo, [pero] nadie pensó que fuera un guión terminado", le dijo a The Guardian. "Ahora tenemos una copia y esto demuestra que sí tenía un guión completo". Kubrick actualiza la novela con nombres estadounidenses y un entorno contemporáneo.
En opinión de Abrams, el guión es perfecto para que lo produzcan cineastas modernos. Y hay un precedente: Steven Spielberg adaptó el guión final de Kubrick, lo que resultó en A.I.: Artificial Intelligence de 2001.
Si Hollywood aprovechará o no la oportunidad es otra cuestión. El exdirector asistente de Kubrick, Andrew Birkin, dirigió una adaptación bastante criticada de Burning Secret en 1988. Dado que #MeToo continúa arrojando luz sobre el oscuro y masculino punto débil de la industria cinematográfica, es cuestionable el hecho de que éste sea el momento adecuado para una historia lujuriosa sobre un hombre depredador. Teniendo en cuenta las cuestionables relaciones abusivas de Kubrick con su elenco y equipo, quizás sea mejor que este guión se quede en el pasado.
Publicado originalmente en VICE.com
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