Una variante de Terminator hecho realidad, pero guiado por los pensamientos de un individuo, sin la independencia "cerebral" del artefacto.
Para hacerlo ha creado el programa N3.
El nombre viene de las tres N en Next Generation Non-Surgical Neurotechnology, o Neurotecnologia No-Quirúrgica Nueva Generación.
El programa está en manos de la Oficina de Tecnologías Biológicas de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA, por sus siglas en inglés), y desde marzo se encuentra en la fase de reclutar equipos de trabajo.
La primera reunión con esos fines no estuvo abierta a la prensa y se realizó el 3 de abril en Arlington, Virginia.
DARPA es la agencia que fabricó prótesis para veteranos de guerra capaces de darles algo semejante a la sensación del tacto.
Lo logró precisamente con chips implantados en el cerebro: cuando la persona tocaba o sostenía algo con la prótesis, sensores instalados en los dedos artificiales transmitían la información al chip y el individuo percibía sensorialmente la acción.
N3 va un paso más allá. Pero el paso es enorme.
Se trata de desarrollar lo que en inglés denominan "neural interface", un canal de comunicación neurológico para que el hombre transmita y simultáneamente reciba señales, y así pueda interactuar con la máquina y sentirla como si fuera parte de su propio cuerpo.
Las tropas se conectarían a equipos militares usando solamente sus ondas cerebrales y, a su vez, de acuerdo con nextgov.com, esos equipos transmitirían de vuelta información directamente a los cerebros de los soldados.
En lugar de un chip implantado en el cerebro, la persona usaría un casco que "lea" las ondas cerebrales. Aunque no sea necesaria una intervención quirúrgica, debe ingerir compuestos químicos que ayuden a los sensores externos a leer la actividad cerebral.
En ambos casos la corriente debe ser bidireccional: además de leer, los sensores tienen que "escribir" información en el cerebro.
Las sospechas de que en realidad están tratando de inventar un sistema para leer las mentes y espiar a la gente no son fundadas, según el Pentágono.
Hay que imaginárselo más como si se tratara de poder controlar tu computadora personal sin necesidad de usar el mouse, le dijo a nextgov.com Al Emondi, el director del programa.
Pone como ejemplo un piloto controlando con sus pensamientos toda una flota de drones, o unos soldados operando un robot por control remoto, digamos que en una zona de combate bajo asedio enemigo.
O un especialista de seguridad cibernética que se conecta al sistema y puede monitorearlo y "oír" intrusos tratando de piratearlo, "sintiendo" en qué parte del sistema ocurre el ataque, porque ciertas partes de su cerebro estarán conectadas a secciones correspondientes del sistema.
Otra vez la ciencia ficción camino a hacerse realidad.
La primera fase del proyecto toma un año, y la segunda y la tercera de año y medio cada una.
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