Los pasajeros que lleven más de 340 gramos de polvo –el tamaño de una lata de refresco regular- estarán sujetos a un control adicional, según anunció el vocero de la TSA, Michael England. Dichos artículos incluyen ciertos cosméticos, especias y mezclas de bebidas en polvo.
La política fue promulgada, en parte, como respuesta a un complot frustrado en un avión de Atihad Airways que volaba a Abu Dhabi desde Sydney. England indicó que "los dispositivos fabricados a mano que contienen explosivos en polvo siempre han sido una preocupación para la TSA".
Para evitar que las autoridades eliminen las sustancias en forma de polvo, Inglaterra recomendó que los pasajeros coloquen dichos productos dentro del equipaje facturado. Los polvos en bolsas de mano se descartarán si los procedimientos de detección no pueden analizarlos de manera efectiva.
La política no debería afectar a los pasajeros nacionales, ya que durante un año la TSA ha estado examinando polvos, alimentos y otros materiales que pueden obstruir imágenes nítidas en máquinas de rayos X en vuelos nacionales.
Las mayores medidas de seguridad siguen una serie de regulaciones de viajes aéreos implementadas en los últimos dos años. En marzo de 2017, el Departamento de Seguridad Nacional implementó una prohibición de productos electrónicos, incluyendo laptops, en los vuelos que llegan a Estados Unidos desde los 10 principales aeropuertos del Medio Oriente. La "prohibición de la computadora portátil" se levantó más tarde después de que se pusieran en marcha otras medidas de seguridad.
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