Mesas como escenarios, cajones como autos, golosinas y el amor de los abuelos: las anécdotas de los famosos en el Día del Niño
Actores, periodistas y bailarinas compartieron con Teleshow su álbum de fotos, ¿a qué les gustaba jugar?
"Todos los los niños nacen artistas, lo difícil es seguir siendo un artista cuando crecemos "
Algunos ya tenían muy claro desde sus primeros años quiénes serían. Otros, solo jugaban y ni se imaginaban que aquellas travesuras luego formarían parte de su vida adulta. Actores, modelos, bailarinas, músicos o periodistas: todos artistas, compartieron en la sección Famosos Retro de Teleshow las fotos de su infancia y sus recuerdos. Qué mejor manera de celebrar el Día del Niño, que recordando aquella época donde lo lúdico y la realidad eran uno, donde los sueños estaban a la orden del día y donde una mesa podía convertirse en escenario o un cajón de manzanas en auto.
Video: Sofía Boutigue, Infobae
Hace unos años todo era muy distinto y los niños tomaban las calles desde que salían de la escuela hasta que caía el sol y sus mamás los llamaban al grito de "¡A comer!". Así lo recordó Mariano Iúdica, que con sus hermanos y sus amigos iba a la Base Aérea El Palomar, que quedaba cerca de su casa y se metían en los hangares para jugar. También Beto Casella contó que con sus amigos solía improvisar una pista en el asfalto que dibujaban con carbón o tiza y que a falta de autitos, utilizaban bolas de masilla con una cucharita "para mejorar la aerodinámica".
Ivo Cutzarida contó que con sus cuatro hermanos se la pasaban "callejeando y salvajeando" y que cada tanto le hacían pegar un susto a su mamá con golpes o cortaduras. Nazarena Vélez también pasaba largas horas en la calle y hasta se definió como "varonera" y agregó: "Todos mis juegos eran de varón, me gustaba mucho ir a pescar con mi papá".
Soledad Silveyra también tenía su barra de amigos de la infancia, en la que estaba Horacio Fontova, y se juntaban a hacer de las suyas en la Plaza Lavalle, frente al Teatro Colón. Por esos años, le pusieron "Solita": "Ponía en el Winco la canción 'Solita y sola', y de ahí me empezaron a decir así. La canción decía 'Déjenla sola, solita, sola, que la quiero ver bailar, saltar y brincar, andar por los aires y moverse con mucho donaire'. Y creo que eso fue un mantra en mi vida, porque trato de moverme con mucho donaire".
Desde Brasil, Anamá Ferreira y sus amigos también copaban las calles y con cajones de manzanas de Río Negro, ya desde ese entonces algo la ligaba a la Argentina, jugaban a los autos. A quien mucho no la dejaban salir, porque por esa época y en su país las chicas no lo hacían, era a Catherine Fulop, que igualmente se las ingeniaba para jugar con sus hermanas en los techos de su casa en Caracas, además de a las muñecas.
Para otros sus días de niños no fueron tan felices, pero hoy, adultos, reconocen que gracias a aquellas vivencias pueden ser quiénes son. Como fue el caso de Christian Sancho, que jugando en la calle se cayó y estuvo en coma quince días y durante años tuvo que hacer rehabilitación. El actor y modelo, recordó los juegos con su hermano en el patio de la casa de sus abuelos.
Para Cecilia Dopazo sus años en la escuela no fueron fáciles ya que sus compañeros la cargaban por usar anteojos. Además, recordó que a los seis años ella vivía en el sur y viajaba en avión sola para visitar a su papá a Buenos Aires. Aún así, rescata cosas buenas: de muy chica jugaba con su amigo invisible y alrededor de los once años a ser la maestra y otros juegos de rol, ¡una actriz en potencia!
Cande Vetrano es una de las actrices más chicas que compartió sus postales de niña y desde sus primeros años, ya estaba muy segura de que su futuro estaría sobre las tablas. "Jugaba a ser Susana Giménez, y que era una de las Chiquititas", contó quien a los doce, tras haber estado en Agrandadytos, pudo cumplir su sueño de ser una de las chufas, de la mano de Cris Morena en Rincón de Luz.
Quien también jugaba a ser una Chiquitita, rodeada de sus sobrinos, era la actriz Flor Otero, mientras que su colega Vanesa González, que acaba de debutar en la serie sobre la vida de Carlos Tévez, actuaba a ser "mamá perro", juego por el que hasta hoy la cargan en su familia.
Floppy Tesouro también tenía su futuro bien definido desde chica y al igual que la actriz de ATAV, hacía shows de canto y baile para su familia: "Siempre supe que quería ser artista, cuando tenía cuatro años les pedía a mis padres que me grabaran actuando en el comedor de casa, y ellos eran mis grandes espectadores".
Noelia Mazol, Silvina Escudero, Mónica Farro y Andrea Ghidone dividían sus días entre la escuela y las clases de baile y gimnasia artística. Luego el tiempo y su experiencia hicieron que pudieran demostrar todo lo que habían aprendido, arriba del escenario.
Desde Córdoba, María Fernanda Callejón también estudió muchos años baile y fue federada en voley, pero su primer sueño cuando era chica era "ser mamá" y lo cumplió hace tres años con la llegada de su hija Giovanna: "Como mi mamá. Inmediatamente después, quería ser actriz, alrededor de los cinco años. Había reuniones y mi hermana y yo preparábamos el show, lo mismo que hace mi hija. Fluía más allá de que mi mamá era actriz de radioteatro y lo llevamos en la panza, y con mi hija pasa lo mismo".
Flavio Mendoza se crió en una familia circense, por lo que el coreógrafo también tenía su futuro escrito: "Debuté en el escenario a los once años, ¡y ya era grande!", dijo y recordó que cada dos semanas cambiaban de pueblo en medio de la gira: "Éramos nómades".
Si de infancia hablamos, sin dudas los abuelos merecen un capítulo aparte. Gastón Soffritti recordó que todas las semanas después de la escuela iba a comer ñoquis a lo de sus abuelos y que incluso fue la mamá de su mamá la que hizo todas las averiguaciones para que él pudiera ir a su primer casting. O el caso de Nai Awada, que todos los veranos iba a Punta del Este con los suyos.
A Mónica Ayos la crió su abuela hasta cuarto grado, en Mar del Plata ya que sus padres formaban parte de una compañía de tango y estaban de gira: "Ella fue como una mamá para mí. Me gustaba ver cómo ella cortaba la leña para poner en la salamandra, Mar del Plata en invierno es tremenda, y ella en ese momento era muy ágil, cortaba la leña y yo juntaba las bolitas de eucalipto. Después, ya en la casa, ella hervía el eucalipto, las bolitas y algunas hojas y se llenaba la casa de ese olor particular. Era rico".
Marina Calabró recordó un gesto muy cariñoso de su papá Juan Carlos, que en las épocas que hacía teatro y tal vez no podía pasar mucho tiempo con ella y su hermana y al llegar a la noche, les dejaba unas golosinas en la mesa.
Cristina Pérez, desde su Tucumán natal, estaba muy segura que su futuro serían las noticias: "Juaba a que tenía mi noticiero de televisión". Su colega Sergio Lapegüe también sabía que quería ser periodista, pero sus primeros compañeros a la hora de jugar eran la pelota y los autitos. Todo lo contrario al actor Agustín Aristarán (Soy Rada) que nunca jugó al fútbol y que a los siete años Papá Noel le regaló una caja de magia y lo marcó para siempre.
Pasan los años y las generaciones, en Buenos Aires o en Montevideo, famosos y no famosos, todas las infancias tienen una misma cosa en común: esa inocencia de los más chicos que asegura que con sueños e imaginación, todo es posible. ¿Qué cosas te acordás de tu niñéz? ¿Cuál era tu juego favorito?
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